Este tratado tiene su origen 100 años atrás, en el Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo, mejor conocido como Tratado de Guadalupe Hidalgo.
El Tratado de la Distribución de las Aguas Internacionales firmado por México y Estados Unidos en 1944 dispone que México se queda con dos tercios de la corriente principal del río Bravo y cede el resto a Estados Unidos, mismo que no podrá ser menor a 432 millones de metros cúbicos anuales.
Como contraparte, en el Tratado de la Distribución de las Aguas Internacionales, Estados Unidos cede a México cada año 1 850 mm3 del Río Colorado, que pasa por la frontera entre ambos países hasta desembocar en el Golfo de California, entre Baja California y Sonora. También establece que la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), un organismo binacional, es el encargado de resolver las posibles diferencias en materia de límites.
“Es de los mejores acuerdos (Tratado de la Distribución de las Aguas Internacionales) que se han logrado en la historia con relación a EE.UU.”, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Es un tratado que no fue nada fácil de negociar y en el que se tuvieron que hacer muchísimas proyecciones de ingeniería porque define los límites entre los dos países y esta distribución de las aguas”, dijo a BBC Mundo Roberto Velasco, director general para América del Norte del Gobierno mexicano.
El Tratado de la Distribución de las Aguas Internacionales surgió hace 100 años , en el Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo, mejor conocido como Tratado de Guadalupe Hidalgo, firmado en 1848 al final de la disputa de Texas, en el que se estableció que México cedería a Estados Unidos más de la mitad de su territorio.
¿Hubo conflicto en el Tratado de la Distribución de las Aguas Internacionales?
En 2020 estalló un conflicto en la región, principalmente en la presa La Boquilla, en el Río Conchos, el afluente del Bravo más voluminoso, que tiene que aportar agua para el cumplimiento del tratado. Según los agricultores, desfogar líquido de este punto supondría comprometer su capacidad de riego y poner en grave peligro a familias que viven del campo en la región.
Y es que parte del conflicto también se debe a que, aunque el suministro de agua está garantizado para la población, los agricultores de la zona se niegan a la extracción porque aseguran que los dejaría sin el recurso suficiente para poder cultivar, dada la sequía.
En octubre de 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un acuerdo logrado con Estados Unidos para subsanar el adeudo del Tratado de la Distribución de las Aguas Internacionales, con lo que se evitó una sanción.
Con este acuerdo, el Gobierno de México otorgó 208 millones de metros cúbicos de agua de las presas internacionales La Amistad, El Granero y Falcón, así como de la presa El Cuchillo, en Nuevo León, y Marte R. Gómez, en Tamaulipas.
Fuente: Capital21/Gobierno de México/Milenio
