Don't touch the whale!
En 1867 el zoólogo Wilhelm Lilljeborg describía en el acta de la Nueva Sociedad Sueca de Ciencias los restos fósiles de una criatura marina hallados en 1959 en la costa del Mar Báltico: la llamó Balaenoptera robusta, asociándola a la familia de los balénidos. Su colega, el danés Daniel Eschricht, había examinado seis años antes restos similares hallados en la costa de Inglaterra, y pese a coincidir con Lilljeborg en que se trataba de una especie que no había sido descrita taxonómicamente, disentía en la apreciación de que se tratara de un rorcual o de una ballena franca.