Chihuahua superó el porcentaje nacional registrado en 2023 sobre el nivel alto de estrés financiero en el que vive su población.
Nancy Valenzuela / NORO
El tema de la economía se ha convertido en uno de los más complicados para abordar entre la sociedad en México, especialmente en zonas como Chihuahua donde, de acuerdo a los resultados de un estudio, el 37.2% de su población vive con alto estrés financiero.
De acuerdo con una investigación realizada por la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) junto a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), las personas de 18 años en Chihuahua cuentan con niveles de estrés más alto del promedio nacional del que se registró en 2023.
En la evaluación, Chihuahua arrojó como resultado 60.5 puntos en diversos puntajes de estrés financiero (sea bajo, moderado o alto) en una escala que va de 0 a 100. La media nacional fue de 59.5 puntos en 2023.
El desempleo y los bajos salarios son dos de los factores más significativos que contribuyen al estrés financiero en Chihuahua. La economía local, aunque muestra signos de recuperación tras la pandemia de Covid-19, sigue enfrentándose a desafíos estructurales. Muchas familias viven al día, sin capacidad de ahorro ni de enfrentar imprevistos económicos, lo que aumenta su vulnerabilidad.
El alto costo de vida es otro factor determinante. Los precios de bienes y servicios básicos, incluyendo alimentos, transporte y vivienda, han aumentado significativamente en los últimos años. Esta inflación constante ha erosionado el poder adquisitivo de los chihuahuenses, obligándolos a destinar una mayor parte de sus ingresos a cubrir necesidades básicas.
El estrés financiero tiene múltiples repercusiones negativas en la vida de las personas. A nivel individual, puede provocar problemas de salud mental como ansiedad y depresión, así como problemas de salud física relacionados con el estrés crónico, como enfermedades cardíacas y trastornos del sueño.
A nivel social, el estrés financiero puede llevar a un aumento en la criminalidad y en las tasas de violencia doméstica, ya que la presión económica puede exacerbar tensiones en el hogar y en la comunidad. Además, el estrés financiero afecta el rendimiento laboral y académico, lo que a su vez puede perpetuar el ciclo de pobreza y estrés.
Para mitigar el alto nivel de estrés financiero, es crucial implementar estrategias tanto a nivel gubernamental como comunitario. Algunas de las acciones recomendadas incluyen:
Con información de El Heraldo de Chihuahua
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