La Rosa del Desierto, el fenómeno natural que comparten Samalayuca y el Sahara

La Rosa del Desierto es una formación rocosa única encontrada tanto en el desierto de Samalayuca en México como en el Sahara, en África. Sus cristales formados bajo la arena imitan la forma de una rosa y cautiva al mundo.

Entre las dunas que se extienden hacia el horizonte, en el Desierto de Samalayuca se esconde un tesoro natural que trasciende fronteras y conecta continentes: la Rosa del Desierto.

Este fenómeno geológico, único en su belleza y formación, encuentra su hogar tanto en el árido desierto del Sahara, en Africa como en el desierto de Samalayuca, en Chihuahua, dando lugar a un enigma compartido por estas distantes tierras.

En el corazón de Samalayuca yace un tesoro oculto bajo sus dunas, entre el arduo trabajo de unas pocas familias locales, se desentierra la “rosa del desierto”, una formación rocosa que se erige como un símbolo de belleza en medio de la aridez.

Con herramientas rudimentarias y una determinación inquebrantable, los buscadores descienden hasta siete metros de profundidad, desafiando el calor para desenterrar estas maravillas naturales.

¿Cómo se forma la Rosa del Desierto?

Las rosas del desierto emergen de las profundidades de las dunas gracias a un proceso único: la absorción de agua por el yeso subterráneo, combinada con la intensidad del calor del desierto, desencadena una rápida evaporación que deja tras de sí una intrincada formación.

Este proceso implica la absorción de la arena circundante por la masa de yeso, que luego se cristaliza, creando estas impresionantes estructuras de apariencia floral.

Conocidas por su sorprendente similitud con las rosas, estas formaciones geológicas se han descubierto en varios puntos del mundo, pero en diferentes proporciones en cada uno. La presencia de estas rosas del desierto en Samalayuca no solo es un privilegio geográfico, sino también un recordatorio de la riqueza natural que se esconde bajo la superficie árida.

Descubiertas por campesinos hace cinco décadas mientras buscaban agua en las profundidades de las dunas, estas rosas son testigos silenciosos de la historia geológica de Chihuahua. Se cree que su formación se remonta a hace millones de años, en un antiguo mar que una vez cubrió la región.

Rosa del Desierto, un enigma compartido entre África y México

Si bien es en Samalayuca donde se encuentra una de las manifestaciones más notables de la “Rosa del Desierto”, este fenómeno no es exclusivo de las tierras mexicanas.

Desde el vasto Sahara hasta las arenas de Arizona, estas formaciones rocosas han cautivado a aquellos que las descubren. La conexión entre el desierto de Chihuahua y el Sahara a través de la “Rosa del Desierto” trasciende la distancia geográfica, revelando la asombrosa similitud de los procesos naturales que ocurren en ambos continentes.

Mitos y leyendas en torno a la Rosa del Desierto

Además de su belleza innegable, la Rosa del Desierto ha generado una serie de mitos y leyendas que la rodean. Algunos creen en sus supuestas propiedades terapéuticas, atribuyéndole poderes para disminuir la tristeza, atraer el amor o incluso mejorar la salud física.

En Samalayuca, estas piedras no solo son vistas como tesoros geológicos, sino también como portadoras de esperanza y bienestar para aquellos que las poseen.

La Rosa del Desierto se erige como un testamento de la magnificencia y la complejidad de la naturaleza, uniendo a dos continentes a través de un fenómeno geológico que trasciende fronteras y culturas.

En medio de la vastedad del desierto, estas formaciones rocosas continúan asombrando a quienes tienen el privilegio de contemplarlas, recordándonos la belleza y la diversidad de nuestro mundo natural.

¿Te ha tocado ver una Rosa del Desierto?

Fuentes: CBS News, La Opción, Radio Fórmula