Mazatlán, La Perla del Pacífico, ofrece una variedad de playas para surfear en sus 17 kilómetros de costa, ya sea en puntas, mar abierto o desembocaduras de ríos, para practicar en todos los niveles
Al estar ubicado en la entrada del Mar de Cortés, Mazatlán es un imán para las olas del sur y suroeste de la costa del Pacífico. La mayoría de las playas para surfear tienen fondo de arena y la temperatura promedio del agua oscila entre 24º y 29º C (75-85ºF) de mayo a noviembre.
Los guías y expertos en surfeo te pueden orientar en la zona costera para encontrar las mejores opciones donde disfrutar un día de surfing en La Perla del Pacífico, dependiendo de qué estés buscando, tu presupuesto y el nivel de experiencia que tengas.
Ofrece olas pequeñas en un mar tranquilo, ideal para principiantes de todas las edades.
Situada al inicio del Malecón, en el “viejo Mazatlán”, Olas Altas es popular entre los surfistas experimentados y principiantes, especialmente en verano, cuando tiene el mejor oleaje. El resto del año sus aguas son tranquilas. No obstante, es importante tener cuidado por las rocas que se encuentran en la zona.
Otra particularidad que distingue a esta playa es que la arena cambia de posición según la época del año. Puede estar en el extremo norte y seis meses después en el extremo sur. Desde hace algunos años, además, recibe a personas con discapacidad que desean aprender a surfear.
La favorita de muchos. Se encuentra a un costado de la Casa del Marino. Sus aguas a una distancia media son de oleaje entre moderado y fuerte para personas con experiencia media, mientras que en la orilla son tranquilas, ideales para bañarse en familia.
Esta playa se ubica en la llamada Zona Dorada, en la zona hotelera. Se identifica fácilmente porque inicia justo después de lo que era la discoteca “Sumbawa”. Sus aguas son tranquilas, por lo que se puede nadar sin problemas.
Por otro lado, Playa Camarón ha sido la sede de algunos torneos de surf, entre ellos, el más reciente “México ALAS Pro Tour“.
Se encuentra al norte de la costa y colinda con Playa Brujas, separadas por un cerro. Está en mar abierto; sin embargo, sus aguas son tranquilas gracias al fondo de rocas que forman albercas naturales.
Para practicar este deporte es necesaria una tabla de surf. Dependiendo del nivel de destreza y las características del surfista se debe considerar el tamaño, forma y materiales, ya que esto definirá cómo se maneje o monte. Por otro lado, debido a la exposición del sol y las embestidas del oleaje, se recomienda usar trajes de neopreno para proteger la piel. El resto es aprendizaje sobre la marcha.
Fuentes: México desconocido, Punto MX, Programa Destinos México, Blog del mazatleco
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