Huella económica y legado social

Algunos trabajaron en granjas avícolas porque en China se habían dedicado a esa labor y en Sonora encontraron la oportunidad de levantar sus propias granjas.

Debido a la forma de vivir de los chinos de manera austera y ahorrativa, algunos de ellos establecieron negocios como mercerías, abarrotes, tiendas de ropa y telas, fábricas de calzado, y fueron los primeros en ofrecer el servicio de lavanderías; además, innovaron la forma de vender al ofrecer el popular “pilón”, que consiste en dar un extra o un pequeño obsequio a los clientes por preferir comprar en sus tiendas.

Algunos inmigrantes chinos ejercían profesiones en sus lugares de origen y continuaron aplicando sus conocimientos en Sonora

Entre los inmigrantes chinos había quienes ejercían una profesión en sus lugares de origen y al llegar a suelo sonorense siguieron aplicando sus conocimientos, como es el caso de Enrique Chon, quien era propietario de una relojería en el centro de Hermosillo, y de los doctores José L. Chon y Felipe Wong.

El doctor José L. Chon curaba por medio de la acupuntura y herbolaria; a él se le atribuye haber creado el medicamento contra la gripe española que mató a más de 40 millones de personas en el mundo en 1918. Por su parte, el doctor Felipe Wong abrió su consultorio y farmacia en Baviácora, municipio del Río Sonora.

Los inmigrantes chinos, ya con bases sólidas en el comercio, se empezaron a organizar en asociaciones empresariales con el fin de mantener un orden y protección en los acuerdos comerciales y sociales. Dichas asociaciones sirvieron para que los chinos pudieran conservar sus tradiciones, ya que organizaban los festejos de Año Nuevo, Día de la Independencia y Medio Otoño, celebraciones que hasta la actualidad siguen realizando.

Tradición, apertura y solidaridad: La comunidad china en Sonora

Con el tiempo, los chinos fueron fuertes empresarios en varios giros comerciales en Sonora, ayudando en la economía de cada municipio donde establecieron sus negocios, así entre las empresas locales y las de dueños chinos se realizaban los intercambios comerciales.

Los primeros años, los festejos eran casi “a puerta cerrada”, solo asistían los integrantes de la comunidad china, pero recientemente han permitido que los sonorenses conozcan más sobre su cultura y tradiciones. Durante el Día del Migrante, presentan en las plazas públicas las danzas del Dragón, de “Las mil manos”, la danza del “León”, entre otras, y ofrecen degustaciones de los platillos típicos de China.

Al igual que sus antepasados ayudaban a la comunidad, cuando por desgracia suceden hechos catastróficos, como sismos, inundaciones, incendios forestales y la más reciente pandemia, la comunidad china sonorense se sigue reuniendo para ayudar a los damnificados; incluso los más jóvenes se alistan como voluntarios de la Cruz Roja. Como uno de los casos más recientes, en el terremoto de 2019 en el Distrito Federal, la comunidad china de Hermosillo ofreció un banquete o cena y cada familia que asistió puso en un bote su aportación en efectivo para los damnificados del sismo, cantidad que se donó a la Cruz Roja.

Como ese tipo de acciones que la comunidad china no difunde, pero que ayudan no solo a los sonorenses sino a los mexicanos, los chinos aportan de manera significativa a la sociedad, a la cual llegaron en busca de trabajo y que supieron adaptarse convirtiéndose en una sobresaliente subcultura en Sonora.