El pingüica o chinkuili es una pequeña baya que crece en arbustos de más de tres metros de altura. Suelen ser silvestres y se pueden encontrar en cualquier lugar durante todo el año, aunque solo fructifican en septiembre y octubre.
Hay dos mitos principales sobre el pingüica: se dice que es venenoso o se usa como remedio casero. ¿Jugabas con esas “manzanas” cuando eras niño? Tengo curiosidad pero mis padres no me dejan sostenerlo, dicen que me duermo cuando me toco los dedos. Creo que me da miedo, nunca lo he probado. Mi abuela me contó que cuando era pequeña una de las suyas se envenenó al comérselas.
Simplemente me asustan, ¿no? ¿Te dijeron lo mismo?
No en forma de baya, sino en forma de pequeña manzana roja con un sabor agridulce y una sensación seca en la boca.
La baya es muy famosa en los estados del centro de México e incluso está disponible en los mercados donde suele venderse en forma de polvo. En el Estado de México se usa para hacer tamales y otras frutas secas, mientras que los tarahumaras orientales de la Sierra Madre lo usan para hacer tejuino (bebida fermentada de maíz) porque se cree que trae prosperidad y salud.
Las mujeres usan pingüica como diurético para ayudar a perder peso y tratar enfermedades respiratorias. Cuando se secan, las bayas se pueden usar para hacer mermeladas o batidos, pero el polvo es excelente para hacer salsas.
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Esta baya parecida a la manzana también se utiliza en varios remedios naturales debido a sus múltiples beneficios y propiedades, tales como: Actúa como diurético natural y se recomienda para quienes retienen líquidos.
Este es un mito no comprobado, pero se cree que ayuda a eliminar cualquier infección. Cuando se usa como infusión, ayuda a tratar la gripe, la diarrea y bajar la fiebre, aunque también se puede usar para calmar los nervios.
Tiene propiedades analgésicas y puede tratar dolores musculares, dolores de cabeza e incluso cólicos. Tiene un efecto expectorante, por lo que ayuda a reducir la inflamación bronquial y a expulsar la mucosidad. Cuando se agrega al jugo de frutas, ayuda a crear una sensación de saciedad, por lo que puede usarse para perder peso. El parche se puede usar para curar heridas cuando se comprime la corteza.
Agrega una cucharada de pingüica a un litro de agua, ponlo en una olla y cuando el agua hierva, apaga el fuego y déjalo por media hora. Luego tome de 3 a 4 tazas antes de las comidas. También puedes añadir árnica y manzanilla, tamarindo o incluso té de flores de Jamaica y beber la infusión a lo largo del día.
No está considerada como una planta que sea tóxica y no se ha encontrado ninguna prueba de esto pero si se consume en exceso, puede ocasionar náuseas y vómitos. Por otro lado, las hojas tienen arbutina que cuando es metabolizado en el cuerpo crea hidroquinona que es considerada una toxina que afecta al hígado. Además, cuando se hace el proceso, las bacterias que están en los intestinos ayudan a que se pueda desarrollar cáncer intestinal.
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