Quinta Carolina
Nombrada en honor a la esposa de Luis Terrazas, la Quinta Carolina ha pasado por diferentes etapas a lo largo de la historia. De ser una labor a una finca de descanso familiar a finales del siglo XIX, para proyectarse como la primera universidad fronteriza durante el gobierno de Pancho Villa, hasta llegar a ser un centro cultural comunitario desde su restauración en 2009.
En 1895, el político y militar Luis Terrazas adquirió la “Labor de Trías”, antiguo predio del General y exgobernador de Chihuahua Ángel Trías Álvarez, que habitó junto a su familia durante la estancia del presidente Juárez en la entidad (1864-65).
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Se trataba de un lote de. aproximadamente, 10 500 hectáreas. Aunque no se tiene registro de la construcción original, según el historiador Jesús Vargas, era un paraje por el que los chihuahuenses de finales del siglo XIX cruzaban para ir a misa los domingos, pescar o hacer días de campo a las orillas del Río Sacramento.
Inaugurada el 4 de noviembre de 1896 por el Día de las Carolinas, la Quinta Carolina fue un regalo de aniversario de Luis Terrazas para su esposa, Carolina Cuilty, en donde pudieran recibir a sus trece hijos tras 44 años de matrimonio, sumándose a las propiedades que tenía en los alrededores.
Poco más de una década pudieron disfrutar de su finca la familia Terrazas que, al estallar la Revolución Mexicana en 1910, huye a Ciudad de México. Tras la firma de los Tratados de Ciudad Juárez en 1911, regresaron a Chihuahua.
En 1913 la Quinta Carolina fue ocupada por el gobierno de Francisco Villa. En ese periodo fue casa del general Manuel Chao y se usó para reuniones militares. Tras Ia derrota de las fuerzas villistas el gobierno de Venustiano Carranza la devolvió a la familia.
Luego de la muerte de Luis Terrazas, la Quinta Carolina pasó a manos del empresario chihuahuense Jorge Muñoz.
Para los años 30 se había convertido en una de las fincas más importantes de producción de hortalizas de la capital, hasta que, durante el gobierno de Óscar Flores (1968-1974) debido al crecimiento de la urbe, se instalaron pozos para el abastecimiento de agua que terminaron por secar las tierras fértiles de la Quinta.
Convertida en un ejido, los robos en la propiedad se volvieron constantes. De 1980 a 1989 fue incendiada en varias ocasiones, a pesar de haber sido donada en 1987 por la familia Muñoz Terrazas al Estado de Chihuahua.
En ese periodo se perdieron el domo que cubría el patio central, además de algunas habitaciones, así como los tapices interiores.
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Tras su restauración en 2009, la Quinta Carolina opera como centro cultural comunitario donde conviven todas las artes en sus distintos espacios, desde el jardín para sesiones de fotos, o al interior de la construcción de 1 500 metros cuadrados.
El próximo 2 de diciembre se celebrará el Quinta Fest 2022 con un recital navideño.
Fuentes: El Heraldo de Chihuahua, Facebook Centro Cultural Quinta Carolina, México desconocido, México es cultura.
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