Conversaciones con atletas y aficionados del Campeonato Mundial de Atletismo de 2019, celebrado igualmente en el país árabe, ayudaron a diseñar la tecnología necesaria para regular la temperatura en los estadios para el Mundial de Qatar 2022
Una de las mayores preocupaciones al anunciarse a Qatar como sede del mundial de futbol, además de su historial de violaciones a los derechos humanos, fueron las altas temperaturas provocadas por su ubicación en el desierto y sobre la costa del Golfo Pérsico.
La solución más rápida fue cambiar el mundial para los meses de invierno en el país árabe, sin embargo, su clima es cálido y húmedo todo el año, con temperaturas que sobrepasan los 40°C. Por esa razón fue necesario desarrollar tecnología e infraestructura específica para Qatar.
Para la construcción de las ocho sedes de Qatar 2022 se emplearon modelos de 3D diseñados con un sistema de “refrigeración dirigida” especial para cada una de acuerdo a su forma y tamaño, con base en las condiciones climáticas de los últimos 30 años, y la tesis doctoral en sistemas de refrigeración en automóviles del ingeniero catarí Saud Abdulaziz Abdul Ghani.
En palabras del propio Abdul Ghani, bautizado cariñosamente “Doctor Frío” por la FIFA, el objetivo de su sistema fue asegurar lo siguiente:
“Confort termal para los jugadores y para 40 mil aficionados. No es solamente una cuestión de temperatura. Tenemos que ser capaces de que aunque la temperatura y la sensación térmica exterior o la calidad del aire no sean buenas, dentro de la bóveda del estadio sí lo sea. Ahora hay 45 grados afuera y un ambiente bochornoso, pero dentro, la cosa cambia mucho”.
Entrevista para AS sobre su sistema de refrigeración
El primer desafío fue mantener el aire caliente fuera de los estadios. Por ello el sistema de refrigeración en Qatar se basa en aire purificado y refrigerado que empuja al aire caliente.
Para atender a los jugadores, en términos generales, se libera aire frío desde grandes boquillas en los estadios para crear una burbuja de aire fresco y limpio sobre el campo.
Respecto a los aficionados, estos se refrescan mediante un sistema de rejillas de ventilación debajo de cada asiento, a su vez con pequeñas boquillas que actúan como el cabezal de una ducha. Gracias al ángulo de las rejillas de ventilación y la forma en que desciende el aire frío, los jugadores apenas sienten una brisa.
De esta forma, la temperatura se mantiene entre los 20 y 24° C en las diferentes zonas de los estadios, requisito de la FIFA para el Mundial de Qatar 2022.
A medida que el aire frío del estadio se calienta, el mismo sistema de refrigeración lo succiona por medio de extractores en el nivel medio de las gradas.
El aire caliente se vuelve a enfriar a su paso sobre tuberías llenas de agua fría en intercambiadores de calor ubicados alrededor de las sedes.
Cuando el agua fría ha absorbido el calor del aire al final del partido, esta es bombeada a un tanque de almacenamiento de 40 mil litros donde se vuelve a enfriar para el día siguiente.
Así, el aire nuevamente pasará por las tuberías con agua fría, cerrándose el circuito.
Fuentes: BBC, Diario Nius, AS
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