El Kiosco de Arivechi, réplica del icónico Kiosco Morisco de la CDMX, se alza en la plaza principal del pintoresco pueblo sonorense. Con sus detalles ornamentales y vitrales que reflejan la flora y fauna local, es un símbolo de amor y arraigo hacia la historia del lugar.
Arivechi, Sonora, es un lugar donde la historia se entrelaza con el amor y la dedicación. En el corazón de este pueblo, se erige una réplica del Kiosco Morisco de la Ciudad de México, que guarda una historia única y emotiva detrás de su creación.
El Kiosco Morisco es un símbolo emblemático en la colonia Santa María La Ribera de la Ciudad de México, y ha sido fuente de inspiración para muchos. Sin embargo, pocos conocen la historia detrás de su réplica en Arivechi.
La idea de recrear este monumento surgió del Dr. Samuel Ocaña García, exgobernador de Sonora y nativo de Arivechi. Su estancia en la Ciudad de México, donde estudió y desarrolló su carrera política, lo llevó a sentir un profundo cariño por el Kiosco Morisco. Fue así como nació la idea de traer un pedazo de la capital al corazón de Sonora.
Un legado de amor y recuerdos
La construcción del Kiosco de Arivechi no solo fue un proyecto arquitectónico, sino también un tributo personal. Para Ocaña García, esta réplica representaba mucho más que una estructura de metal.
Para él, este sería un homenaje a su pasado, a los años de juventud en la Ciudad de México, y a su primera esposa, quien había fallecido. Cada detalle del kiosco lleva consigo los recuerdos de un amor perdido y la pasión por preservar la memoria de un lugar que marcó su vida.
En la década de 1980, durante su mandato como gobernador, Ocaña decidió hacer realidad su sueño de traer una parte de la majestuosidad de la capital mexicana a Arivechi.
Con la ayuda de artesanos y trabajadores locales, así como del ingeniero Gutiérrez de Tulancingo, se emprendió la monumental tarea de construir una réplica del Kiosco Morisco en una escala adecuada para la plaza principal del pueblo.
Kiosco de Arivechi, un emblema de la región
El Kiosco de Arivechi está localizado frente a la iglesia de Santa Rosalía, y para su construcción se trasladaron hasta Arivechi toneladas de acero que trabajaron 15 obreros hasta ver terminado el deseo de Ocaña García en 1980.
Este monumento es uno de las principales atracciones turísticas para el pueblo, y es escenario de las Fiestas de Santa Rosalía, las fiestas patronales y culturales que se celebran cada año para honrar a la patrona protectora del municipio.
Para poder realizar el Kiosco de Arivechi se tuvieron que reducir las medidas del kiosco original para que pudiera caber en la plaza del pueblo, por eso se nota un poco más delgado y alargado. El nivel de detalle puesto en este proyecto se nota en la base, escaleras, barandales, cúpula, el par de aguilas y los interiores inspirados en la Alhambra de Granada.
Y algo que mantiene el hermano menor del Kiosco Morisco, que restauraron al original, son sus vitrales, que representan la flora, fauna y paisajes de la región sonorense.
Un pedazo de historia que merece ser preservado
La historia de amor que dio origen a esta réplica merece ser protegida y transmitida a las futuras generaciones, por ello, la población se ha unido para garantizar que el Kiosco de Arivechi siga siendo un símbolo de amor y recuerdo, en honor a aquellos que lo construyeron con sus manos y con su corazón.
El Kiosco de Arivechi es mucho más que una simple estructura de metal; es un testamento de amor, dedicación y memoria. Su historia nos recuerda la importancia de preservar nuestro patrimonio cultural y de proteger los lazos que nos unen a nuestro pasado.
¿Conoces el Kiosco de Arivechi?
Fuentes: El Sol de Hermosillo, El Imparcial, Santa María de la Ribera
