Dentro de la lucha libre existen personajes que se han ganado el corazón del público en cualquier rincón de México y el mundo: únicos e inigualables, los luchadores exóticos son una herencia que el país deja en este deporte de entretenimiento
En México, la lucha libre es una parte importante de la cultura de gran parte del país, convirtiéndose incluso en una tradición asistir a las arenas más importantes de nuestro territorio para vivir una función en donde no pueden faltar las acrobacias y los golpes, pero donde lo principal es el buen ambiente que se genera gracias a la conexión del público y los luchadores.
Quienes crecieron viendo este deporte y asistiendo a los eventos, se familiarizaron con todos los personajes de la lucha libre, sin embargo, hay uno que destaca entre todos los demás, y se trata de los luchadores exóticos, una división que ha roto grandes barreras y estereotipos dentro del mundo deportivo.
¿Qué son los luchadores exóticos?
Su historia ha ido cambiando con el pasar de los años, pero el primer acercamiento a este tipo de personajes fue durante la década de 1940 con Sterling Davis interpretando a Gardenia Davis, un boxeador afeminado cuya principal característica era su entrada al ring, donde arrojaba flores al público, adoptando actitudes que claramente lo diferenciaban de la imagen de “macho” que proyectaba el luchador tradicional.
Esto dio paso al surgimiento de nuevos exóticos y abrió en el mundo de la lucha libre un tema que no fue bien visto por los demás competidores, pues lo que se consideraba solamente como un papel dentro del ring, comenzó a traer a los primeros luchadores abiertamente gays, causando críticas y comentarios ante la discriminación que sufría la comunidad LGBT alrededor entre los años 80 y 90.
De esta manera, a pesar de los comentarios negativos, los exóticos continuaron luchando y pronto la lucha libre se convirtió en una plataforma que ayudó a darle visibilidad a dicha comunidad, donde este tipo de personajes se convirtieron en estandartes de la lucha por los derechos al permanecer en un ambiente donde eran discriminados por su orientación sexual.
De ser criticados a ser los favoritos del público
Luego años de lucha contra los actos de discriminación por ser parte de la comunidad LGBT, los exóticos comenzaron a tomar fuerza en el mundo de la lucha libre, demostrando su talento atlético y ganándose el corazón de los aficionados con sus cautivadoras actitudes y llamativos vestuarios de colores acompañados de pedrería y brillo, siendo aclamados en todas las arenas porque su presencia arriba del ring aseguraba un espectáculo de talento puro y mucha diversión.
Su perseverancia los hizo hacer un cambio muy significativo en la sociedad mexicana con ideas machistas y homofóbicas, para darle paso que las personas comenzaran a ser más tolerantes y dándole una reestructuración a las normas sociales al ponerlos al mismo nivel que el luchador “tradicional” que se ha visto toda la vida.
Algunos de los nombres más destacados son el de May Flowers, considerado como uno de los pioneros en abrirle camino a los exóticos en el país. Posteriormente surgieron otros como Cassandro, quien tuvo grandes logros en México al portar campeonatos que no habían portado jamás los luchadores exóticos como el Título Mundial de Peso Wélter en la NWA.
Incluso dentro de la AAA, una de las empresas más importantes del territorio azteca, se cuenta con una división de exóticos que le han dado a la lucha libre grandes e históricos personajes como el de Pimpinela Escarlata, Polvo de Estrellas, Máximo y Diva Salvaje, además de una nueva ola que sigue ganando terreno con Dulce Gardenia y Jessy Ventura, incluso llegando al extranjero con Sonny Kiss en la compañía AEW.
