Las Fiestas del Mar de Las Cabras tiene lugar a finales de mayo en el estado de Sinaloa, coincidiendo con el aumento del calor y el punto máximo de sequía, lo que crea la impresión de que el tiempo transcurre de forma más pausada.
Cada año, durante la tercera semana de mayo, se celebra en Escuinapa, Sinaloa, la Fiesta del Mar de Las Cabras. Esta celebración destaca como una tradición singular en el estado de Sinaloa, ejerciendo una gran influencia en su población al punto de casi detener por completo todas las actividades en la “Perla camaronera”.
Las Fiestas del Mar de Las Cabras, una festividad con origen indígena
Esta festividad tiene sus raíces en la época de los Totorames, una etnia que habitaba la región sur de Sinaloa y que se considera como los ancestros de la población de Escuinapa. Como ocurre con todas las tradiciones, la Fiesta del Mar de Las Cabras tuvo su origen en ese periodo histórico.
Los datos arqueológicos, las fuentes etnohistóricas y la analogía etnográfica indican tanto la antigüedad como el origen religioso de esta festividad. Aunque en la actualidad es de naturaleza completamente secular, su estructura y, especialmente, el significado profundo que tiene para la mayoría de los escuinapenses, aún le confieren un carácter sagrado.
Según el cronista escuinapense Jorge Alberto Macías, en su libro “Fiestas Tradicionales de Escuinapa”, los Totorames honraban al sol, al que llamaban “Yequi” en su idioma. Antes del inicio de la temporada de lluvias, a finales de mayo, acudían a la playa para agradecerle por la creación del agua y los peces.
Estas festividades se llevaban a cabo en la playa cerca del reconocido “Cerro de Las Cabras”, contiguo al poblado de Chametla, donde los hombres consumían una bebida conocida como “peyote”, con la que se embriagaban.
La festividad en la actualidad
Hoy en día, las Fiestas del Mar de Las Cabras se celebra por tradición el tercer fin de semana de mayo de cada año, momento en el cual muchas familias de Escuinapa se trasladan a la orilla de la playa para “vivir” los cuatro días de festividad. En esta zona se construyen alrededor de mil enramadas donde los asistentes acampan desde el viernes hasta el lunes, aunque algunos llegan días antes.
Durante estos cuatro días, las familias llevan consigo todo lo necesario para vivir cómodamente, incluyendo estufas, refrigeradores, catres, alimentos, agua e incluso a sus mascotas. La organización de la fiesta recae en el gobierno municipal, que proporciona servicios básicos como energía eléctrica a cada enramada, baños públicos y agua. También se instala una zona comercial donde los comerciantes locales venden alimentos.
Durante la celebración, la mayoría de las actividades económicas y sociales en el municipio se suspenden, así como las labores en la mayoría de los comercios y en las escuelas.