En una presa de Bacurato, en Sinaloa, luego de la sequía y al desvanecerse el agua, se dejó ver un cementerio.
La prolongada sequía que azotó la región en 2021 provocó una notable disminución en los niveles de cuerpos de agua, lo que ha llevado a un sorprendente descubrimiento en Sinaloa.
Un antiguo cementerio ha emergido de las aguas de la presa Gustavo Díaz Ordaz, en el municipio de Bacurato. Conocido como Terahuito, este cementerio formaba parte de una localidad que fue desplazada durante la construcción de la presa en los años 80.
La comunidad fue forzada a abandonar su hogar entre los años 1981 y 1982 debido al inicio de la construcción de la presa Bacurato. Como resultado, los habitantes fueron trasladados a la localidad de Palos Blancos, ubicada en el municipio de Guasave. La presa finalmente fue inaugurada en 1987.
La escasez de agua dejó al descubierto las tumbas, revelando que las lápidas y cruces se encuentran en buen estado, lo que sugiere que los cuerpos aún permanecen enterrados.
Las imágenes de este descubrimiento fueron compartidas por Félix Pérez Castro, un pescador local que deseaba mostrar la gravedad de la situación en Sinaloa.
La alcaldesa María Beatriz León Rubio lamentó la disminución de los niveles de agua en la presa y, aunque reconoció la incapacidad de hacer frente a la situación, instó a la ciudadanía a cuidar el uso del agua y tener esperanza de que los niveles se recuperarán con la llegada de la temporada de lluvias.
Manuel Álvarez, director de Protección Civil del municipio de Sinaloa, describió cómo el drástico descenso en el embalse de la presa de Bacurato provocó la muerte de peces, lo cual tuvo un impacto importante en los habitantes locales que dependen de la pesca.
En el suelo, se podían observar zonas áridas con grietas, lo cual agrava el panorama sombrío de la sequía en la región. Los pescadores sugieren que estas áreas podrían indicar la presencia de tumbas más pequeñas o incluso servir como nidos para los peces lobina, que anidan en el fondo de la presa.
Cabe destacar que esta no es la primera vez que las ruinas de la comunidad de Terahuito emergen debido a la sequía. En 2015, se produjo un fenómeno similar en la presa Huites, también conocida como “Luís Donaldo Colosio”, ubicada en el cauce del río Fuerte, al norte de Sinaloa.
La sequía en Sinaloa está alcanzando niveles alarmantes, según informes de Conagua. Tres de las principales presas del estado se encuentran por debajo del 20% de su capacidad total, mientras que otras cuatro apenas alcanzan el 30%.
La presa Adolfo López Mateos, la más grande de la región, está operando solo al 13.1%, seguida por la Eustaquio Buelna, que registra un preocupante 12.6%. La presa José López Portillo se encuentra ligeramente mejor, con un 16.4% de su capacidad.
Entre las presas que superan el 20% se encuentran la Luis Donaldo Colosio (24.7%), la Juan Guerrero Alcocer (25.6%), la Gustavo Díaz Ordaz (26.7%) y la Sanalona (26.8%). Por otro lado, algunas presas logran superar el 30% de su capacidad, como la Miguel Hidalgo y Costilla (30.8%), la Aureliano Venassini (34.9%) y la Josefa Ortiz de Domínguez (44.8%), esta última siendo la que tiene la mayor captación en Sinaloa.
La situación es preocupante y requiere acciones urgentes para abordar la sequía y garantizar el suministro de agua en la región.
Fuentes: El Sol de Sinaloa, La Visión, El Financiero
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