Aurelio Rodríguez, el hombre detrás del título de “El Señor Abeja”, continúa su lucha por la preservación de las abejas, las cuales desempeñan un papel vital en el ecosistema.
Conocido en Tijuana como “El Señor Abeja”, Aurelio Rodríguez es un hombre que ha dedicado más de tres décadas a rescatar y proteger abejas, una tarea que ha asumido con gran compromiso.
Las autoridades locales y ciudadanos acuden a él cuando encuentran panales o enjambres en lugares inapropiados o peligrosos. Aunque su labor es peligrosa y ha sido picado millones de veces, Rodríguez afirma que puede soportar hasta 300 picaduras en una sola intervención. Su dedicación y habilidades lo han convertido en un héroe anónimo de la ciudad.
Método y compromiso con las abejas
Aurelio utiliza técnicas aprendidas durante su tiempo en las Fuerzas Armadas, donde fue capacitado en el manejo y producción de abejas. Su conocimiento y experiencia le permiten dominar y entender a las abejas de manera que otras personas son incapaces de lograr.
“Me pongo las feromonas de la reina para que las abejas me reconozcan como su familia”, explica. Esta técnica le permite ganarse la confianza de los enjambres y manejarlos sin necesidad de protección.
Rodríguez realiza su labor utilizando el humo como sedante y cortando la comunicación entre la abeja reina y el grupo, así logra trasladar con éxito a los insectos a un lugar seguro, lejos de la población urbana. Cada enjambre removido es llevado a un nuevo sitio, donde pueden ser adoptadas por personas interesadas en preservar su bienestar o liberadas en campo abierto.
“Estamos salvando a las abejas, no es por el dinero”, dice Aurelio, quien solo pide una cooperación de 200 pesos para cubrir los gastos de gasolina.
La importancia de las abejas
Las abejas son esenciales para el equilibrio ecológico debido a su papel en la polinización de plantas. Según científicos, sin abejas, muchos ecosistemas colapsarían.
Aurelio Rodríguez entiende esta importancia y por eso dedica su vida a protegerlas. “Cuando estás matando a las abejas, estás acabando con la polinización de la flora”, advierte. Su labor es fundamental no solo para Tijuana, sino para el planeta.
Durante todo el año, recibe entre 20 y 30 llamadas por semana reportando enjambres, cifra que puede llegar a 40 en primavera; cada uno de estos rescates es una oportunidad para proteger a las abejas.
Rodríguez señala que la mayoría de las picaduras ocurren porque las personas atacan a estos insectos, no al revés. Su objetivo es educar al público sobre la inofensividad de las abejas cuando no son provocadas.
Una misión que se ha vuelto comunitaria
Aurelio no está solo en su misión, la creciente conciencia sobre la importancia de estos animales polinizadores llevó a que más personas se unan a su causa. Voluntarios y organizaciones se han sumado a sus esfuerzos, proporcionando apoyo y recursos.
Entre sus compromisos para proteger a las abejas, Rodríguez también planea establecer un centro de investigación en Tecate, Baja California, donde la gente pueda aprender sobre su manejo, cuidado y conservación.
“Será un lugar para que la gente venga a aprender cómo manejar a las abejas, cómo curarlas y cuidarlas”, explica.
Este centro será fundamental para fomentar la educación y la conciencia sobre la importancia de las abejas. A pesar de los desafíos y peligros, Aurelio Rodríguez sigue adelante con su misión, su trabajo no solo es una demostración de valentía, sino también de amor y respeto por la naturaleza.
