Los coricos son un delicioso bocadillo tradicional de la cocina mexicana, especialmente de estados del norte como Sonora, Baja California y Sinaloa. Su historia es tan interesante como su sabor.
Uno de los alimentos predilectos de los mexicanos en tiempos precolombinos fue el maíz. Gracias a su esencia polifacética, se puede elaborar con él un sinfín de platillos y postres. Los coricos, también conocidos como tacuarines, son unas galletas populares en el norte de México que se preparan con harina de maíz y que tienen un sabor increíble.
El origen de esta deliciosa galleta, que se consume mayormente en los estados de Sonora, Baja California y Sinaloa, es un poco incierto. Existen muy pocas fuentes que se pueden consultar para conocer la historia de su creación o dónde fue el primer lugar donde se empezaron a preparar.
La palabra corico no se encuentra en la base de datos de la Academia Mexicana de la Lengua, y mucho menos en los de la Real Academia Española. Sin embargo, en el noroeste es bien conocido que es una galleta muy singular que cautiva los sentidos de quien la prueba.
Existen algunas versiones que atribuyen su origen a negocios familiares, sin embargo, no se puede acreditar. Incluso, hay una historia que dice que el nacimiento fue accidental, pues, según se cuenta, una cocinera confundió la masa de trigo con la de harina y así nacieron los coricos.
Aunque no se puede determinar bien el lugar de nacimiento de la receta, lo que sí se puede saber con certeza es el nacimiento de los nombres con los que se conocen los coricos, que en Sinaloa son más conocidos como tacuarines.
Tacuarines es una palabra originada por el nombre tacuarinero, seudónimo del ferrocarril del Sur-Pacífico de la ruta Altata, Navolato, Culiacán, Durango y Fresnillo. Sucedió que era común que mujeres de algunas de estas localidades se subieran al tren a vender estas galletas a los pasajeros que, al no ser de la región, bautizaron a las galletas con este nuevo nombre.
Pero el nombre original, corico, viene de la palabra cahíta “coricochis”, que significa bizcocho de harina de maíz. Los cahítas fueron un pueblo originario que habitó entre los estados de Sinaloa y Sonora, específicamente entre los ríos Mocorito y Yaqui. Corico es el singular de coricochis, así cuando veas más de uno, no deberás decirles coricos, sino coricochis.
Lo que se sabe a ciencia cierta es que los coricos se preparan desde hace más de un siglo, más o menos desde el siglo XIX, según los datos que se han recolectado, y es evidente que el corico que se consume hoy en día debe ser una variación de la receta original, ya que ahora se prepara con manteca vegetal o mantequilla como aglutinante.
La forma de los coricos generalmente es redonda, y varía su tamaño según la persona que lo prepare. Sus únicos ingredientes son: harina de maíz, manteca, azúcar, sal y huevos, aunque en algunos lugares se le agregan toque de sabor cítrico con limón o naranja.
Ya que se hornean su consistencia es como de polvorón. Quienes se dedican a la preparación de coricos lo siguen haciendo de forma artesanal: calentando el horno con brasas para hornear, hasta que estén listos para disfrutarse.
Un aspecto a resaltar de estas galletas, es que al estar preparados con harina de maíz y no de trigo, son, por naturaleza, un producto libre de gluten, por lo que su sabor lo puede disfrutar cualquier persona.
¿No se te antojan unos coricos?
Fuentes: El Xonocostle, La Voz del Norte, Museo de Historia Regional de Sinaloa
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