Las empresas agrícolas continúan exigiendo a los jornaleros de Mexicali que trabajen en los campos a pesar de que se han registrado las temperaturas más altas de todo México. El Servicio Meteorológico Nacional reportó que el 18 de junio se alcanzaron 50.6 grados, el 23 de junio 48.1 grados y el 24 de junio 47.7 grados.
Las empresas agrícolas de Baja California, que contratan trabajadores de otros estados para la cosecha de productos destinados a la exportación, retienen una semana de salario y documentos personales, como la credencial del Instituto Nacional Electoral, según Abelina Ramírez, dirigente del Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas (SINDJA).
Los jornaleros comienzan su jornada antes de que salga el sol, protegidos solo con camisas de manga larga, sombreros de ala ancha y, si tienen suerte, un poco de agua en sus morrales. Los primeros rayos del sol, que inicialmente se sienten como caricias, pronto se convierten en lacerantes para cualquier parte de la piel expuesta.
Primeras muertes de jornaleros de Mexicali por exposición a altas temperaturas
La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Baja California ha iniciado una investigación tras la muerte de un jornalero en un campo agrícola de Mexicali.
El 7 de junio, Gilberto Vargas Lara sufrió un golpe de calor mientras cosechaba sandías en el ejido Hechicera, colapsando en los surcos. El patrón y el capataz ordenaron que lo llevaran a su casa, alegando que estaba bajo los efectos de estupefacientes. Minutos después, el jornalero de 32 años falleció a causa del golpe de calor, según el Servicio Médico Forense, que determinó que no había sustancias tóxicas en su cuerpo. La familia de Gilberto denunció omisiones e ilegalidades por parte de la empresa, que contribuyeron a su deceso.
Otro caso es el de Rosendo, un campesino de 62 años, encontrado inconsciente junto a una llave de agua el 17 de junio. Vestía pantalón de mezclilla azul, una camisa de tirantes blanca y huaraches cafés. Al llegar los servicios de emergencia, encontraron a Rosendo aferrado al grifo de agua. La autopsia reveló que murió por un golpe de calor.
Tanto Rosendo como Gilberto eran jornaleros de Mexicali que ganaban alrededor de 400 pesos diarios, pero durante la temporada de intenso calor, que a veces supera los 40 grados, los propietarios de los ranchos suelen ofrecer más dinero como incentivo para que los jornaleros continúen trabajando en estas condiciones extremas.
En respuesta, la Secretaría de Salud de Baja California se ha comprometido a instalar más puntos de hidratación en la zona agrícola y la Comisión Estatal de Derechos Humanos ha abierto una investigación para determinar si hubo negligencia por parte de la Secretaría del Trabajo estatal.
