En el área de El Conchalito, en Baja California Sur existen tres de las cuatro especies de manglares en peligro. Con el fin de proteger estos biomas, 14 mujeres se unieron para establecer planes de conservación.
En el horizonte de las playas de La Paz, donde el horizonte se funde con el azul del mar, un grupo de mujeres se ha levantado como defensoras incansables del medio ambiente y la comunidad costera. Las Guardianas de El Conchalito, como se hacen llamar, han demostrado un compromiso inquebrantable en la protección de la belleza natural y la sustentabilidad de esta región costera.
Cuando llegaron a la zona, estaba vandalizada, llena de basura y sin la intención de que alguien hiciera algo por limpiar el lugar, por lo que las mujeres, esposas de hombres dedicados a la pesca, tomaron la decisión de mejorarla. Con el paso del tiempo, otros miembros de la comunidad se han sumado al proyecto, que incluso hoy ya tienen un documental.
“Nosotros llegamos a esta zona para cuidar nuestro producto que es el callo de hacha, porque como hay temporadas que quedan secas las orillas, se metían a robar nuestro producto, así que con ese fin llegamos aquí”, comentó el grupo a Meganoticias.
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Al ser parte de la Organización de Pescadores Rescatando la Ensenada, el grupo inició con labores de vigilancia en tierra. Sin embargo, conocieron la importancia que le brindan a la biodiversidad los manglares, los beneficios que pueden tener las comunidades que los acogen, y la relación vital que tiene para los productos del que obtienen su trabajo.
El Conchalito, un lugar olvidado en La Paz
Ubicado en una región donde las actividades turísticas y el desarrollo urbano amenazan con perturbar el equilibrio ecológico, El Conchalito es un área de suma importancia tanto para la flora y fauna marina, como para los habitantes locales que está en restauración desde el 2009, cuando empezaron las labores de limpieza del fondo marino.
Antes de que se le tomara importancia al manglar, el callo de hacha abundaba en las costas de La Paz. En años previos a la limpieza, se registraba una población mayor a 90 millones de piezas, pero pasó a la escasez, registrando apenas miles de ellas.
Gracias al apoyo de la organización Noroeste Sustentable, los grupos de cuidado empezaron a firmar acuerdos para la prohibición de pesca de callo de hacha entre el 2011 y el 2017. Fue en ese lapso que las guardianas registraron la pesca ilegal de este molusco en El Conchalito, y fue en el 2017 cuando iniciaron las labores de vigilancia comunitaria.
Los ladrones del molusco, al ver que se trataba de un grupo de mujeres, las enfrentaba con agresiones. “Nos gritaban: mitoteras, váyanse a sus casas a lavar los trastes y atender a sus maridos”, comentó Martha García a La Jornada.
Las Guardianas restauraron el manglar
Los grupos de mujeres protectoras del manglar se reunían en las madrugadas para evitar que los ladrones se llevaran el fruto de su trabajo, enfrentándose al peligro que equivalía en aquellos años estar solas en ese lugar, que servía como vertedero de basura y como escondite del botín de los ladrones.
Durante las vigilias, las Guardianas aprovecharon el tiempo para limpiar el entorno. Dado a que el lugar se transformó en su entorno diario, lograron efectuar una notable transformación del espacio. Lo que solía ser un lugar sucio y olvidado, se convirtió en un ambiente natural como tiene que ser. Esto ha sido posible gracias a su iniciativa de llevar a cabo campañas de limpieza entre ellas mismas, en colaboración con los vecinos de la zona y con el apoyo activo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).
“Estamos muy agradecidos con este grupo de mujeres que siguen ganando territorio, que están en la lucha de trabajar por cuidar este tipo de espacios, ellas con sus esposos, con su familia, están cuidando las diferentes especies, conservando estos lugares, ellas desde sus condiciones, tal vez no tienen unas instalaciones donde estar trabajando, sin embargo, permanecen en el sitio garantizando que no sucedan anomalías que lleven a un mal uso del espacio”, comentó el director de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Benito Bermúdez.
Preparadas para todo
Las Guardianas buscan siempre estar listas para todo: a lo largo de sus años como grupo se han formado en la observación de aves y fauna marina, buceo y reforestación de manglares. Actúan activamente en reuniones globales de mujeres dedicadas a la pesca, colaboran estrechamente con instituciones educaticas y han llevado a cabo una valiosa tarea de concientización ambiental.
Su objetivo es conectar sus iniciativas con las generaciones venideras y garantizar la preservación continua del ecosistema de manglares.
¿Ya conocías a Las Guardianas de El Conchalito?
Fuentes: Meganoticias, La Jornada, El Sudcaliforniano, Zeta Tijuana
