Diversos estudios han demostrado que en el futbol femenil existen mayor cantidad de lesiones dentro del terrero de juego, pues las mujeres llegan a lastimarse entre 1.5 y 3 veces más que en la categoría varonil
Una lesión no es ajena a ningún deportista, pues en algún momento todos pueden sufrir alguna: desde pequeñas molestias hasta esguinces y fracturas. La realidad es que ningún atleta quiere pasar por esta situación que les pone una pausa indefinida a sus carreras; ningún atleta está exento, pero existe una población con mayor vulnerabilidad y se trata de las jugadoras de futbol femenil.
¿Por qué las lesiones son más comunes entre las mujeres?
Los estudios realizados en Reino Unido y España señalan que en el futbol femenil las jugadoras se lesionan hasta tres veces más que los jugadores de la categoría varonil. Entre las mujeres, predominan las lesiones de rodilla como la rotura del ligamento cruzado anterior (ACL por sus siglas en inglés), mientras que en los hombres la principal incidencia suele ser en la zona interior del mulso.
Uno de los principales factores es el ciclo hormonal de las mujeres, el cual sí puede influir de manera directa en su desempeño, esto junto a otras causas como la diferencia que hay entre el volumen muscular de sus cuerpos y el impacto que el ciclo menstrual puede legar a tener en la capacidad de soportar la carga de la rodilla, mismos que no siempre se toman en cuenta a la hora de entrenar.
A lo anterior, se suma también que muchas de las mujeres que se dedican al futbol femenil actualmente vienen de instancias amateur donde las exigencias físicas son muy distintas a las de una liga profesional, por lo que los cambios en las cargas de trabajo y el pasar de un hobby a dedicarse al deporte de tiempo completo puede influir en incidencia de lesiones por el poco tiempo de adaptación que existe entre una categoría a otra.
Un factor más a considerar puede ser el terreno de juego: mientras que en la rama varonil la mayoría de los partidos se hacen sobre canchas de pasto natural, en el futbol femenil casi todos se realizan sobre césped sintético, donde las jugadoras han expresado sentir cierta inseguridad al jugar en este tipo de superficie ya que no es tan fácil adaptarse a un terreno de juego hecho de este material.
Además del ACL, estas lesiones también son muy comunes dentro del futbol femenil
La misma FIFA hizo una investigación donde sugirió que las futbolistas son más propensas a sufrir de lesiones en comparación de los hombres entre 2 y 6 veces más, debido a las diferencias fisiológicas entre sus cuerpos, siendo otra de las afectaciones principales aquellas que tienen que ver con la cadera, mismas que muchas veces se ven directamente ligadas con la rodilla al ser la conexión entre la pierna y dicha parte del cuerpo, así como las fracturas y esguinces de tobillo.
Gran parte del aumento de las lesiones en el futbol femenil tiene que ver con una falta de conocimiento acerca de la fisiología del cuerpo de la mujer y su funcionamiento, el cual se puede ver afectado por muchos factores que no necesariamente les pasa a los hombres que juegan este deporte como los constantes cambios y alteraciones hormonales que sufre el sexo femenino.
Sin embargo, para muchos, este tipo de comentarios podría reafirmar la misoginia dentro del deporte y darle aprobación al comentario de que “las mujeres no deben ser atletas” cuando muy poco tiene que ver con eso, pues más allá de ser hombre o mujer, se está brindando un claro ejemplo de que el deporte femenil se toma con menos seriedad que el varonil, pues no existen atenciones ni cuidados especializados para la mujer, ya que todas las prácticas vienen heredadas de la versión masculina, sin preguntarse si estas aplican de la misma forma para la categoría femenil.
Con información de BBC, The New York Times, Sky Sports, Sports, British Journal of Sports Medicine y Récord
