Un proyecto financiado por la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh) reveló que el veneno del alacrán Chihuahuanos coahuilae podría combatir el cáncer de mamá y otras enfermedades.
En un esfuerzo conjunto entre la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh) y otras instituciones, un equipo de investigadores encabezado por el doctor Gerardo Pavel Espino Solís está explorando el potencial del veneno de alacrán para combatir el cáncer de mama y otras enfermedades.
El proyecto realizado por un equipo de 15 universitarios a cargo del doctor Pavel Espino Solís estudia las neurotoxinas de dos especies de alacranes endémicos.
El inicio de la investigación
El proyecto financiado gracias a una convocatoria de la UACh, se centra en el estudio de dos especies de alacranes, denominadas Chihuahuanos coahuilae y Chihuahuanos crassimannus, presentes en el municipio de Jiménez, Chihuahua.
El doctor Espino Solís, con experiencia académica y profesional en el campo de la biotecnología, lidera este esfuerzo que involucra a 15 universitarios de diversas áreas de especialización.
Es el veneno de estos alacranes, el protagonista del estudio, el cual ha revelado ser una fuente potencial de compuestos con propiedades anticancerígenas y antibióticas.
Un alacrán con un veneno inofensivo para los seres humanos
Contrario a la creencia popular, los alacranes estudiados no poseen toxinas letales para los humanos. Esta particularidad, junto con la escasa exploración previa del veneno de estas especies, despertó el interés del equipo de investigación.
“En el veneno de los alacranes, encontramos compuestos como las neurotoxinas, y a partir de estas, estamos viendo la reacción a las células cancerígenas y a las células infecciosas por virus”, afirmó el doctor Espino Solís.
Una investigación rigurosa
El proceso de investigación implica una serie de etapas, desde la extracción y purificación del veneno hasta la evaluación de sus efectos en células cancerígenas y bacterias.
Este trabajo multidisciplinario requiere de la colaboración de expertos en diversas áreas, desde la biología molecular hasta la ingeniería biomédica, para avanzar en el desarrollo de nuevas terapias.
La investigación se desarrolla siguiendo el método científico, lo que implica una serie de pruebas y análisis para comprender la efectividad y el potencial terapéutico de los compuestos presentes en el veneno de los alacranes.
Natalia Mata de los Ríos, estudiante de maestría en Ciencias Biomédicas, y Carolina Alvarado González, doctoranda en Ciencias e Ingeniería Biomédica, son dos de las integrantes del equipo que contribuyen activamente al proyecto.
UNAM investiga la efectividad del veneno de alacrán
Investigadores del Instituto de Química de la UNAM se encuentran en proceso de patentar la toxina tamapina, sustancia presente en el veneno del alacrán rojo de la India, la cual bloquea hasta un 70% de células malignas.
La toxina tamapina muestra eficacia en frenar el crecimiento de varios tipos de cáncer, incluyendo el de mama, próstata y piel. El proceso de patente y desarrollo clínico del medicamento aún está en curso, lo que requiere precaución y tiempo antes de su disponibilidad en el mercado.
Perspectivas y colaboraciones futuras
Por su parte, el doctor Espino Solís enfatiza la importancia del trabajo en equipo y la colaboración interdisciplinaria para el éxito de este tipo de investigaciones. Además del respaldo de la UACh, el proyecto cuenta con el apoyo de instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Laboratorio Nacional de Citometría.
Con un enfoque centrado en el beneficio de la comunidad, se espera que los resultados de esta investigación contribuyan al desarrollo de nuevas terapias para enfermedades como el cáncer y las infecciones de alta resistencia.
A medida que avanza la investigación, se desea que se obtengan nuevos hallazgos que impulsen el conocimiento científico y brinden esperanza a quienes luchan contra enfermedades graves.
