El proyecto de fotografía BorderClick, un archivo de fotografía, videos y testimonios auténticos que capturan la realidad de la experiencia transfronteriza entre México y Estados Unidos.
En el corazón de la frontera entre México y Estados Unidos, BorderClick, un proyecto digital está cambiando la narrativa sobre la experiencia transfronteriza.
BorderClick, un archivo digital fundado por los artistas Josemar González Lizárraga y Rebecca Goldschmidt en colaboración con el Proyecto AjA, se ha propuesto dar una representación visual lírica a la vida transfronteriza a través de la fotografía, videos 360 y las redes sociales.
Su misión es desafiar los estereotipos comunes sobre los cruces fronterizos al capturar los sentimientos, recuerdos y experiencias de quienes viven entre dos culturas y naciones.
Más del tema
BorderClick se centra en la vida cotidiana de los jóvenes transfronterizos de Tijuana-San Diego, estudiantes universitarios en su mayoría, quienes documentan sus experiencias a través de cámaras y teléfonos celulares mientras cruzan diariamente la frontera.
Encabezado por el Proyecto AjA, una organización sin fines de lucro en City Heights, BorderClick busca dar luz a la rutina diaria de decenas de miles de viajeros transfronterizos.
La voz de los transfronterizos
Más de una docena de fotografías de los participantes de BorderClick fueron presentadas en la galería Front en San Ysidro. Estas imágenes, impresas en la espalda de mochilas negras para evocar sus viajes transfronterizos, ofrecen una perspectiva personal de la experiencia de cruzar la frontera.
El promedio diario de cruces en la entrada de San Ysidro y Otay Mesa es de 130 mil viajeros, número que se vuelve más palpable a través de las imágenes capturadas por los jóvenes.
Más que una simple colección de imágenes, BorderClick ha logrado visualizar una comunidad que de otro modo sería invisible. A pesar de los desafíos impuestos por el muro fronterizo físico y la violencia que impacta sus mentes y cuerpos, los participantes han encontrado formas de conectarse entre sí y colaborar en la exploración de temas fronterizos.
Esta visualización de una comunidad transfronteriza desafía las percepciones comunes sobre la vida en la frontera y resalta la importancia de la conexión humana más allá de las barreras geopolíticas.
BorderClick ve a la frontera como un espacio de oportunidad y desafío
BorderClick, como proyecto, ha demostrado que a pesar de las barreras físicas y mentales que plantea la frontera, la comunidad transfronteriza ha encontrado formas de conexión y colaboración.
Se estima que del cruce diario entre la frontera de San Diego y Tijuana, entre 500 y mil son estudiantes universitarios que realizan este viaje a diario, enfrentando desafíos únicos, desde la falta de sueño, hasta el estrés de cruzar la frontera regularmente.
Al aprender a colaborar y comprometerse en diálogos sobre temas fronterizos, BorderClick se posiciona como una herramienta no solo para documentar, sino también para abogar por las comunidades transfronterizas.
Su compromiso con la superación personal, la justicia social y el compromiso cívico destaca la importancia de amplificar las voces de aquellos que enfrentan diariamente las complejidades de cruzar fronteras.
Un archivo digital vivo y en evolución
BorderClick no solo se queda en la superficie de la representación visual; es un archivo digital vivo que busca explorar a fondo la complejidad de la experiencia transfronteriza. Este proyecto ha logrado reunir a 15 participantes activos, mientras que su lista de correo cuenta con varios estudiantes interesados en participar.
Junto con el grupo transfronterizo de la SDSU, BorderClick ha redactado una declaración de 12 puntos destinada a concientizar a los estudiantes, conectarlos entre sí y ofrecer apoyo a través de servicios como un transbordador fronterizo. Entre las solicitudes se encuentra la posibilidad de inscribir residencias en Tijuana y San Diego, así como la eliminación de honorarios internacionales para residentes de Tijuana.
¿Ya conocías este proyecto?
Fuentes: Borderclick, San Diego Union-Tribune, Rebecca Maria Goldschmidt, Aja Project
