En Sonora no todo es desierto. En Ures, la vid se hace presente para producir el vino artesanal Giottonini
Si bien Sonora es el mayor productor de uva de mesa del país, las condiciones no son igual de bondadosas para cosechar vid para vino. Sin embargo, Francisco Alberto Salazar Giottonini es experto en sortear las condiciones climatológicas extremas de Sonora y así crear la marca de vinos Giottonini, en el municipio de Ures.
Vinos Giottonini es la nueva casa productora de vino artesanal en Sonora, compañía creada por Francisco Alberto Salazar Giottonini, un ingeniero químico de 64 años de edad originario de Hermosillo.
Giottonini es un proyecto que celebra un legado familiar
Una figura clave en la empresa fue el abuelo de Francisco, Alberto Giottonini Miossi, un suizo criado como italiano que empujado por la guerra y el hambre viajó a Estados Unidos y después a México en 1920.
Alberto se enamoró de la generosidad de las tierras de cultivo de la comunidad de Siete Cerros, en la costa de Hermosillo. Así, junto con otros extranjeros, Giottonini Miossi se convirtió en pionero de los campos agrícolas de Sonora al unirse a una empresa estadounidense como empleado.
Fue en ese territorio donde el abuelo de Francisco adquirió tierras.
Como buenos italianos, la costumbre de consumir vino no se perdió. Así fue que decidieron traer cepas de uva desde California para producirlas en tierras sonorenses.
Fue a Francisco, el nieto mayor, a quien le correspondió acompañar a su abuelo en el proceso de producción del vino. Es así como ha perseverado para continuar el legado familiar.
Tomó 17 años concretar el sueño de comercializar el vino
Tomó 17 años concretar definitivamente el sueño de Francisco, desde que iniciaron las pruebas con las uvas hasta que se pudo comercializar el vino. Fue el pasado 2020 cuando Giottonini inició la venta sus productos.
La manufactura de este licor se realiza en la Hacienda San Jerónimo, ubicada en Guadalupe, un pequeño pueblo de Ures. Actualmente cuentan con once hectáreas para la siembra de uva, varias bodegas y cavas y un centro de producción.
La empresa cuenta con diez trabajadores, mismos que siembran, podan, cosechan y muelen la uva. Cabe destacar que la producción es orgánica, pues no emplean insecticidas ni herbicidas, y el fertilizante que aplican es totalmente natural.
Para el pasado año 2020, la compañía se fijó una meta de elaborar entre 15 y 18 mil botellas de vino, entre tintos, blancos y rosados. Sin embargo, la meta de Francisco es producir 50 mil botellas dentro de cinco años, y así mantenerse como fuente de empleo en el pueblo.
Si deseas adquirir alguna de sus botellas, puedes contactar a la compañía a través de su Instagram en el siguiente enlace: aquí. Asimismo, es posible realizar una reservación para visitar La Hacienda San Jerónimo.
