Aprovechando el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se celebra cada 1 de diciembre desde 1988, es importante reconocer el problema social que es la serofobia, causa y efecto de la discriminación que sufren las personas que viven con VIH en todo el mundo.
Se le conoce como serofobia al miedo irracional hacia toda persona portadora del virus de inmunodeficiencia humana, sin importar su condición de ser humano, quién o cómo sea, basado únicamente en la ignorancia y desinformación respecto al VIH.
Como toda fobia, la serofobia tiene una historia arraigada en la psique de cada persona que para muchas vuelve incómodo incluso hablar del tema, cuando más admitirlo como un problema de todos y todas como sociedad que tras 41 años de epidemia de VIH/sida, se niega a informarse para prevenir más infecciones y muertes.
El término se utiliza desde los años 80, cuando la epidemia de VIH/sida se vuelve imposible de ocultar, así como la discriminación y violencia sistemática en contra de las personas que primero se infectaron, mismas que ya sufrían discriminación previamente (homosexuales, prostitutas, drogodependientes, etc.).
Serofobia en la sociedad
Según la directora general del Consejo Estatal para la Prevención y Control del Sida (Coesida) de Oaxaca, Gabriela Velásquez Rosas, la serofobia se debe en gran medida a la desinformación que persiste respecto a los mecanismos de transmisión del VIH.
Muchas personas piensan todavía que el virus de inmunodeficiencia humana se transmite por contacto humano no específico con las personas (dar la mano, sentarse al lado, abrazar). Cuando lo que tiene de “humano” es que nos puede dar a todos y a todas, sin importar nuestra orientación sexual, identidad de género, número de parejas sexuales, o sistema de creencias.
El miedo irracional que es la serofobia puede llegar a hacernos creer que es mejor no hablar del tema, evitar cualquier acercamiento no solo con las personas portadoras del virus, sino con la propia palabra “sida”, que por su carga peyorativa es censurada todavía en muchos espacios, particularmente en los sectores más conservadores del país.
Del insulto al crimen de odio
De acuerdo con la Asociación Amigos Contra El Sida (ACES) de Islas Canarias, la serofobia se manifiesta tanto en el plano físico de la violencia, como en el verbal, social, con la pérdida de amigos, familiares o seres queridos; institucional, con despidos injustificados, desalojos de vivienda, negligencia médica; simbólica, con las representaciones de las personas portadoras de VIH en medios de comunicación, campañas políticas, televisión, etc.
La serofobia empieza con el silencio, no el insulto, ante una epidemia que ha cobrado la vida de más de 40 millones de personas según cifras de ONUSIDA, con la omisión, no la acción, de ver que alguien violentado por su estatus serológico, y llega hasta el crimen de odio.
Fuentes: Gobierno de Oaxaca, Ayuntamiento de Barcelona, Asociación Amigos Contra el Sida