Descubre Batopilas, un rincón mágico entre las barrancas de Chihuahua, donde la historia minera y la naturaleza se entrelazan para ofrecer un escenario impresionante.
En lo alto de las barrancas de Chihuahua se encuentra un Pueblo Mágico llamado Batopilas, el cual se presenta como destino para viajeros que quieren vivir nuevas experiencias y conocer todos los colores y paisajes del noro. Con poco más de mil habitantes, esta joya mexicana sorprende a quienes se aventura a visitarlo, tanto por su belleza natural, como por su riqueza histórica.
Para llegar al pueblo, es necesario adentrarse en la Sierra Madre Occidental de Chihuahua y llegar al corazón de la Sierra Tarahumara. El recorrido comienza con un emocionante descenso por un sinuoso camino de terracería que serpentea entre las profundas barrancas. Este trayecto, aunque desafiante en términos de carreteras.
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Desde el punto más alto de la barranca, a más de mil 700 metros de altura, se puede apreciar un escenario de ensueño donde se esconde Batopilas, con las formaciones rocosas y la densa vegetación que se roban el protagonismo. Los amantes de la fotografía encontrarán innumerables oportunidades para capturar la belleza de la naturaleza a lo largo del camino.
Batopilas, un tesoro pequeño y escondido
La historia de Batopilas se remonta al año 1708, cuando el explorador español, José de la Cruz, fundó esta comunidad. Su nombre, que significa “Río Encajonado” en la lengua Tarahumara, hace referencia al río Batopilas, que fluye en el fondo de la barranca del mismo nombre.
En su apogeo, Batopilas fue famoso en todo el mundo gracias a la riqueza que provenía de sus minas. El pueblo llegó a tener más de 50 mil habitantes y sus minas de cobre y plata eran vitales para la economía mexicana.
Hoy en día, Batopilas conserva ese esplendor en forma de casonas y haciendas de los siglos XVIII y XIX. La mayoría de los habitantes son Rarámuris, quienes son testigos vivientes de la historia minera del pueblo.
Además de las construcciones coloniales, los visitantes pueden admirar iglesias que parecen suspendidas en el tiempo entre las montañas, lo que añade un toque de nostalgia a la experiencia.
Un lugar lleno de historia
Lo que pocos saben es que Batopilas ostenta el título de ser el segundo municipio en México en contar con energía eléctrica. A nivel mundial, la generación hidroeléctrica comenzó en 1882 en países como Inglaterra, Estados Unidos y Francia.
En México, Batopilas se convirtió en pionero en la generación de energía eléctrica en 1889, gracias a la visión de los empresarios mineros locales.
Fue Alejandro R. Shepard quien lideró este hito, instalando generadores de vapor impulsados por turbinas hidráulicas de 15 caballos de fuerza. Se construyó una presa derivadora de 187 metros de longitud junto con un canal de conducción de 3 mil 800 metros, que alimentaba las turbinas.
Este logro tecnológico marcó un hito en la historia de Batopilas y de México, ya que contribuyó a la generación de energía eléctrica en un país que se considera pionero en este campo.
Una joya en la Sierra Tarahumara
Aislado en lo profundo de una barranca, Batopilas es un destino que deslumbra a los visitantes con su belleza natural y su legado histórico. El pueblo mágico, con su pasado minero y su presente turístico, ofrece una experiencia única en el corazón de la Sierra Madre Occidental.
Además de su impresionante entorno natural, Batopilas es famoso por su clima tropical, que favorece la producción de frutas que no se encuentran en otras partes del estado de Chihuahua.
Batopilas fue designado como Pueblo Mágico desde 2012, gracias a su arquitectura colonial, la majestuosidad de las Barrancas del Cobre, y la preservación de edificios históricos como la Misión del Santo Ángel Custodio y el Templo de la Virgen del Carmen.
Para quienes buscan un retiro tranquilo y un encuentro con la historia, Batopilas se revela como un verdadero tesoro enclavado en el corazón de la Sierra Tarahumara.
¿Armamos un viajecito a Batopilas?
Fuentes: Escapada H, Forbes, El Heraldo de Chihuahua
