Hace seis años, México se vio envuelto en un problema diplomático con Japón, luego de que miles de mexicanos se vieran interesados en proyectar los últimos capítulos de una de las sagas del famoso anime.
La muerte de Akira Toriyama, creador de Dragon Ball, dejó un vacío en el corazón de los fanáticos del manga y el anime en todo el mundo. Pese a su fallecimiento, el legado del artista sigue trascendiendo.
En México, Dragon Ball se convirtió en una parte de la cultura popular durante décadas. Un ejemplo de ello fue el acontecimiento de 2018, donde un gran número de mexicanos mostró su interés por ver los últimos episodios de Dragon Ball Super.
Este acontecimiento le trajo a México un problema diplomático con Japón, quien no vio de forma positiva la celebración de los mexicanos. Esta problemática, en su momento, pareció el inicio de una fractura entre ambos países.
Dragon Ball Super, el conflicto entre México y Japón
En el año 2018, mientras Dragon Ball Super llegaba a su culminación con dos episodios finales llenos de expectativa, varias ciudades de América Latina planeaban proyectar los capítulos en espacios públicos para que los fanáticos pudieran disfrutarlos en comunidad.
Ante esta celebración, en Ciudad Juárez, Chihuahua, un grupo de jóvenes buscó el apoyo de la alcaldía para organizar una proyección gratuita en una de las plazas de la ciudad.
Asimismo, el gobierno de Coahuila mostró su interés por crear un evento similar de forma masiva. Sin embargo, la iniciativa pronto se vio envuelta en controversia cuando Toei Animation, el estudio detrás de Dragon Ball, emitió un comunicado en el que dejaba claro que no autorizaba ni respaldaba estas proyecciones públicas.
La situación se complicó cuando la Embajada de Japón en México intervino solicitando la cancelación de cualquier proyección no autorizada, lo que generó un inesperado conflicto diplomático.
Comunicado y carta de la Embajada de Japón a México
El estudio Toei Animation declaró en un comunicado su rechazo ante cualquier evento donde se proyectaran los episodios de de Dragon Ball Super, esto bajo la defensa de los derechos de autor:
“En un esfuerzo por apoyar las leyes de derechos de autor, para proteger el trabajo de miles de personas y muchos sectores laborales, les solicitamos que disfruten de nuestros títulos en las plataformas y emisoras oficiales y que no apoyen proyecciones ilegales que inciten a la piratería”.
Toei Animation
La Embajada de Japón se involucró en el tema y fue clara en su rechazo ante las solicitudes de proyección del anime. En una carta detalló tener conocimiento de la problemática que estaba registrándose en ese entonces en México.
Incluso, durante una conferencia de prensa, el entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, abordó el tema de las peticiones para proyectar el desenlace de Dragon Ball Super en lugares públicos de la capital mexicana. Sin embargo, negó los eventos en la capital.
Chihuahua logró la proyección de los capítulos de Dragon Ball Super
A pesar del revuelo diplomático, en ciudades como Ciudad Juárez, donde se planeaban proyecciones públicas, las negociaciones entre el gobierno local y los estudios de animación permitieron que los eventos se llevaran a cabo con el consentimiento adecuado.
“Con el poder de las Esferas del Dragón, logramos cumplir el deseo de la juventud Juarense. Las negociaciones entre Crunchyroll y Toei Animation fueron fructíferas. ¡Ya tenemos el permiso para ver Dragon Ball!“, escribió en ese entonces, Armando Cabada, el mandatario en su cuenta del ahora llamado X.
La Plaza de la Mexicanidad se convirtió en el escenario de una reunión de más de 15 mil fans, quienes se unieron para disfrutar de los episodios finales de Dragon Ball Super en un ambiente festivo y lleno de nostalgia.
