Su primer nombre fue Psicosis, pero terminó por convertirse en Nicho el Millonario: esta es la historia de Dionicio Castellanos, un luchador mexicano histórico originario de Tijuana, Baja California
Tijuana es tierra de lucha libre, una ciudad fronteriza de donde han surgido grandes figuras del deporte de entretenimiento como Psicosis, también conocido como Nicho el Millonario, un luchador con gran reconocimiento en México y el mundo que pasó a ser toda una leyenda de esta tradición mexicana conocida como lucha libre.
¿Quién es Nicho el Millonario?
Dionicio Castellanos Torres nació en Tijuana, Baja California, el 19 de mayo de 1971, comenzando su carrera en la lucha libre bajo el nombre de El Salvaje y siendo entrenado por Rey Mysterio Sr y su hermano Fobia, quienes lo acompañaron en el inicio de este proceso donde el tijuanense buscaba forjar su identidad.
Para 1989, hizo su debut oficial en Asistencia, Asesoría y Administración (AAA) bajo el nombre de Psicosis, un enmascarado que comenzó desde lo más bajo en la cartelera hasta llegar a su ascenso y tener feudos con luchadores de gran renombre como Hijo del Santo, L.A. Park y Rey Mysterio, a quién se estima que enfrentó unas 500 veces en su carrera como profesional.
Su estadía en México fue relativamente corta, pronto emigró a los Estados Unidos; bajo el nombre de Psicosis firmó un contrato con la WCW en 1996 y adaptó su personaje a Psychosis, donde tuvo su primera pelea ante Eddie Guerrero, con quien posteriormente se uniría para formar la facción de Latino World Order, un grupo compuesto de manera exclusiva por luchadores mexicanos.
Psicosis pierde su máscara y se convierte en Nicho el Millonario
Durante sus últimos años en la WCW, tuvo uno de los enfrentamientos más importantes de su carrera en una Máscara vs. Máscara ante Rey Misterio para revelar su rostro ante el mundo antes de decir adiós a esta empresa y volver a los circuitos independientes en el año 2000, donde peleó para empresas como la ECW, TNA y All Japan Pro Wrestling.
Con su salida de dicha empresa, Dionicio quiso recuperar su nombre en México, pero las disputas legales con la AAA tuvo que transformarse en Nicho el Millonario, nombre que adoptó para seguir peleando en su país en eventos independientes. Posteriormente, regresó a Triple A para pelear el nombre en una lucha de escaleras donde terminó por quedarse con el apodo de Nicho el Millonario.
La llegada a WWE y un corto período donde representó a México en todo momento
En 2005, Castellanos se convirtió en parte del roster de la WWE donde pronto se unió a Juventud Guerrera y Super Crazy para formar los Mexicools, un stable heel que llegó a romper con el estereotipo del mexicano que tenían los estadounidenses, combatiendo desde su trinchera el racismo que experimentaban los del país vecino en tierra americana.
Desde ese momento, se convirtió en uno de los más destacados de la marca SmackDown, donde portaban con orgullo los colores de la bandera mexicana y hacían su entrada en un cortacésped como una forma de burlarse de los comentarios que se hacían sobre los inmigrantes y manteniendo siempre su nacionalidad presente.
Nicho el Millonario de convierte en uno de los referentes más grandes de la lucha libre
Luego de salir de la WWE y regresar a México, Nicho el Millonario continuó su carrera en el Consejo Mundial de Lucha Libre, para posteriormente tener un ir y venir entre la AAA y el circuito independiente, donde trabajaba con grandes figuras mientras él continuaba dando a conocer su nombre: para este punto ya era más que reconocido en el país.
Nicho el Millonario destacó siempre por sus habilidades, pero también por su estilo de lucha extremo con el uso de múltiples artefactos como sillas, mesas, tachuelas y un sinfín de armas que le dejaron más de una cicatriz en el cuerpo y rostro, formando uno de los dúos más sanguinarios de la lucha libre mexicana junto a Joe Líder: la Hermandad Extrema 187.
En recientes años, Nicho el Millonario se alejó de los cuadriláteros debido a secuelas de la lucha que afectaron su salud física, participando de vez en cuando en ciertos eventos. A pesar de ello, su pasado lo coloca como uno de los mejores luchadores que México ha tenido, dejando un gran legado para el deporte de entretenimiento de Tijuana y México.
