La sonorense Ninitzen Rivera, jefa de repostería en el restaurante Bardal en Ronda, es una de las figuras más prometedoras en la repostería española.
El reciente reconocimiento de Rivera en el congreso Madrid Fusión 2024, donde obtuvo el segundo lugar en la categoría de Pastelero Revelación, es un acontecimiento significativo en su carrera.
Este evento, considerado uno de los más importantes en la gastronomía mundial, reunió a destacados profesionales del sector, donde Rivera compitió con su aclamada tarta de manzana con helado, un postre que ha recibido elogios de críticos gastronómicos y que forma parte del menú degustación de Bardal.
El primer lugar fue para María Claudia Covarrubias del restaurante madrileño Ramses, y el tercer puesto para Idoia Lacambra de Aponiente. A pesar de no obtener el primer puesto, Rivera se mostró satisfecha con su desempeño.
“Todo el que acude a un concurso quiere ganar, el que diga lo contrario miente”, comentó Rivera, subrayando su competitividad y pasión por la repostería.
Aun cuando mostró nerviosismo al inicio, logró centrarse y demostrar su talento, siendo su primera vez participando en una competencia de esta magnitud.
“Al principio estaba un poco nerviosa, aunque luego ya me tranquilicé y me puse centrada en dar lo mejor y hacerlo como cada día en Bardal”, explicó Rivera a GastroRonda.
De México a España: un viaje de pasión y determinación
Nacida en Guaymas, Sonora, México, la también conocida como Nini Rivera, descubrió su pasión por la cocina desde temprana edad, influenciada por el restaurante de sus abuelos.
“Mis abuelos tenían un restaurante donde pasábamos los veranos; allí comenzó mi interés por la cocina, en especial por la pastelería. A los 12 años, recuerdo a mi padre llevarme a cursos en las pastelerías de mi ciudad”, recuerda Rivera.
En 2018, se graduó como Licenciada en Gastronomía y decidió trasladarse a España para ampliar sus horizontes profesionales. Su trayectoria en el país ha incluido experiencias en restaurantes de renombre como Noor, que recientemente obtuvo su tercera estrella Michelin, y Aponiente, del célebre chef Ángel León, donde adquirió valiosos conocimientos y habilidades.
Ninitzen Rivera: experiencias que formaron su camino en el mundo culinario
Su trabajo y experiencia en algunos de los mejores restaurantes de España fueron fundamentales para su formación y crecimiento profesional. Fue en Bardal donde encontró el ambiente que buscaba, gracias al chef Benito Gómez y su equipo.
Ninitzen Rivera aceptó la oferta de Gómez de regresar a Ronda y asumir el desafío de liderar la sección de repostería del restaurante: “Encontré el ‘feeling’ que buscaba gracias a Benito y al equipo”, menciona Rivera.
En este restaurante pudo desarrollar su estilo propio, centrado en postres que destacan por su equilibrio entre dulzura natural, acidez y un toque amargo. Filosofía que se refleja en cada una de sus creaciones, las cuales elevan la parte dulce del menú al mismo nivel de importancia que los platos salados.
Además, Rivera también ocupa el puesto de segunda jefa de cocina en Bardal, lo que demuestra su versatilidad y capacidad de liderazgo en la cocina.
Un talento reconocido a nivel nacional
El talento de Rivera no ha pasado desapercibido, pues este 2024, fue incluida en la lista de los 100 Jóvenes Talentos de la Gastronomía, elaborada por el Basque Culinary Center. Esta lista reconoce a los profesionales menores de 30 años que están revolucionando el sector gastronómico en España.
Junto a ella, otra malagueña, Alba de Luca, jefa de cocina y propietaria del Restaurante Deluca, también fue destacada. La lista de los 100 Jóvenes Talentos de la Gastronomía es una selección que refleja la amplitud y la diversidad del sector, con profesionales que están transformando la gastronomía a través de enfoques innovadores y multidisciplinarios.
“Aunque tengo una formación sólida en la cocina, en el tema de pastelería fui autodidacta y me he aventurado a descubrir este mundo por mí misma”, cuenta Rivera, subrayando su capacidad para aprender y adaptarse.
Ante estos reconocimientos, Rivera se destacó no solo por su talento en la repostería, sino también por su capacidad de liderazgo y su visión innovadora.
