Los pitayales del sur de sonora enfrentan un peligro inminente por basureros clandestinos y la tala no supervisada
Los pitayales en el sur de Sonora, una de las floras más de la región, se encuentran en peligro debido a la presencia de basureros clandestinos, abandono y tala indiscriminada a su alrededores. Hutabampo, Navojoa y Álamos albergan esta reserva natural que, según estimaciones, abarca alrededor de 75 mil hectáreas, de las cuales al menos el 70% está amenazado por la inconsciencia humana.
Víctor Manuel Ruiz, un ambientalista originario del Puerto de Yavaros, alerta sobre la desprotección de alrededor de 50 hectáreas de pitayales. La zona se ve afectada por la acumulación de basura arrojada indiscriminadamente, incluso por los carros recolectores de la Secretaría de Servicios Públicos.
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Además, la población local contribuye a la amenaza al talar los pitayales para utilizar la madera en quemadoras de ladrillos.
Pitayas, casi en extinción y urgencias concretas
A pesar de que la población y expertos en ecología consideran esta situación como grave para la especie, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), estableció que la pitaya no se encuentra en lista de riesgo, y está catalogada dentro de la categoría de “menor preocupación”.
“Definitivamente los pitayales se encuentran desprotegidos en todo el sur de Sonora, porque no ha habido ningún político ni nadie que se interese en la preservación de la flora de la región. Queremos que se legisle y que la zona de pitayales sea declarada como Área Natural Protegida”, comentó Ruiz a Tribuna.
Destacó la importancia de preservar estos ecosistemas, ya que son el hogar de miles de animales silvestres y desempeñan un papel vital como filtradores de agua.
Impacto del cambio climático y llamado a la acción
La Asociación Civil ‘Naturaleza y Cultura’ también se unió a la lucha, proponiendo un proyecto de reserva estatal para proteger los pitayales. Han identificado la presencia de 533 especies de flora y 429 especies del matorral espinoso costero en la región, destacando la importancia de preservar la diversidad biológica.
El presidente de la Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV), Martín Bernardo Soria Rivera, describe la situación desoladora en la región del Mayo, donde miles de hectáreas de flora y fauna están siendo devastadas. Atribuye esta devastación a la irresponsabilidad humana y a la falta de un marco normativo sólido.
“Se está perdiendo todo un tesoro, toda una riqueza natural. Es urgente hacer algo porque, de continuar así la tendencia, si siguen estos atentados a la ecología, en dos años no habrá nada aquí”, advierte Soria Rivera. Propone la creación de una reserva de miles de hectáreas en los ejidos del sur para detener la pérdida de vegetación y fauna característica de la región.
Llamado a la conciencia para protección de pitayales
Especialistas ambientales, como Spiro Pavlovich López, subrayan la falta de aplicación de la ley y la responsabilidad compartida en la degradación del entorno. Destacan la necesidad de fomentar la participación de la sociedad para cuidar la biodiversidad y concientizar sobre los impactos negativos de la deforestación.
“Tenemos el problema de la falta de cultura, del desconocimiento, de la ignorancia sobre la importancia de un árbol; no valoramos lo valioso de nuestro medio ambiente. Estamos desconectados de la naturaleza,” comentó Pavlovich López a Diario del Yaqui.
Por otra parte, Máximo Ibarra Borbón, dirigente ambientalista, lamenta la pérdida gradual de la flora y fauna del sur de Sonora y critica la falta de interés de las autoridades en la protección del entorno ambiental.
En medio de la crisis, la llamada a la acción es clara: es necesario un esfuerzo conjunto de la sociedad y las autoridades para preservar los pitayales y evitar que este recurso natural único en el país se pierda irremediablemente.
Buscan crear una reserva de pitayales
La designación de una reserva de pitayales al sur de Sonora es un paso crucial para la protección de este escosistema. La presencia de pitayales en los municipios de Huatabampo, Navojoa y Álamos constituye un tesoro natural de dimensiones extraordinarias, siendo el único sitio donde se puede encontrar un bosque de pitaya de estas magnitudes.
Es por ello que especialistas, organizaciones no gubernamentales, comunidades indígenas y locales han unido esfuerzos para impulsar la declaración de esta área como reserva, con el fin de salvaguardar uno de los últimos remanentes de este ecosistema.
La relevancia de esta reserva no solo radica en la protección del ecosistema, sino también en la preservación de la cultura y la economía de las comunidades indígenas y locales en Sonora. Las pitayas, con su crecimiento lento y su fruto dulce y colorido, tienen un valor sumamente importante para estas comunidades, tanto en términos ecológicos como culturales y económicos.
La designación de esta reserva representa, por tanto, un paso crucial en la conservación de la biodiversidad y el patrimonio cultural de la región.
¿Sabías que las pitayas estaban en peligro?
Fuentes: Tribuna, Diario del Yaqui, Mongabay
