Una investigación de la UNAM y la Universidad de Kyoto, Japón, realizada en las costas de Guerrero detectó sismos lentos bajo el mar, una condición que podría predecir un sismo de gran impacto
Los geólogos y sismólogos están más cerca de un gran hito científico: identificar las condiciones que podrían producir un sismo de alta intensidad. Con la ciencia y tecnología actual aún es imposible, pero un nuevo estudio recientemente publicado acerca de los sismos lentos, también llamados silenciosos, ayudaría a conocer si se va a producir un gran sismo en el futuro.
Los terremotos generalmente suceden cuando la interacción de las placas tectónicas libera energía superficial. Esto es lo que provoca que el suelo tiemble bruscamente.
Los sismos lentos, a diferencia de los terremotos que sacuden la superficie terrestre, liberan energía paulatinamente a lo largo de semanas o meses, por lo que son imperceptibles y no destructivos. Este tipo de terremotos se desarrollan en ciertas regiones sísmicas, como por ejemplo en el sureste mexicano, en donde hay dos placas tectónicas que interactúan.
“Son deslizamientos que tienen lugar en una falla geológica, en general; en particular en las zonas de subducción entre dos placas que están en contacto”.
Sismólogo Víctor Cruz-Atienza, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México para BBC Mundo.
Sismos lentos en la costa de Guerrero podrían provocar otro gran terremoto
El sismólogo Víctor Cruz-Atienza del Instituto de Geofísica de la UNAM, y un grupo de científicos mexicanos y de la Universidad de Kyoto, Japón, fueron los responsables de la investigación. Los científicos viajaron por trece días en el mar y recorrieron unos 4 500 kilómetros en el buque El Puma. La misión finalizó en las costas de Guerrero, donde detectaron el primer sismo lento bajo el mar, fenómeno que no se había registrado nunca en México.
Aquí, los investigadores descubrieron que hubo sismos lentos bajo el mar detrás de los últimos cuatro terremotos de mayor magnitud en el país. El último fue el 19 septiembre de 2017 en Ciudad de México, sismo que causó una gran devastación.
El científico Cruz-Atienza afirmó que están en espera de los resultados que confirmen que actualmente está sucediendo un sismo lento en Guerrero. De ser así, esto podría provocar un gran terremoto en las próximas semanas, de igual o mayor magnitud que en 2017. Sin embargo, hasta el momento no hay datos científicos concluyentes.
Con información de BBC Mundo, Scientific American y El Financiero
