Conoce la mística celebración del Año Nuevo Seri organizada por los indígenas de esta tribu en Punta Chueca, misma que se celebra a finales de junio
Si te gusta conocer las distintas culturas que permanecen a través de los siglos en México, el Año Nuevo Seri es una celebración que no puedes perderte. La Nación Comcáac festeja la renovación de la vida y la conexión con la naturaleza según su cosmovisión. Así, con diferentes rituales, muestran respeto y agradecimiento a la vida silvestre que les rodea por auxiliarlos en sobrevivir un año más.
Tradicionalmente, el Año Nuevo Seri se lleva a cabo oficialmente la noche que va del 30 de junio al 1 de julio dentro del territorio de Punta Chueca, ubicado en la costa de Hermosillo, Sonora. Lugar donde el Gran Desierto de Altar se une con el Mar de Cortés. Sin embargo, la celebración se extiende por alrededor de diez días más.
Para llegar a este mágico lugar, es necesario llegar a la ciudad de Hermosillo y de allí tomar la carretera que lleva a Bahía de Kino. Una vez en el lugar es preciso adentrarse por la carretera de la costa por aproximadamente una hora, para así llegar a Punta Chueca, frente a la Isla del Tiburón.
Dentro de la tribu, los hombres y mujeres realizan actividades específicas
Si llegas desde muy temprano podrás observar que toda la comunidad estará realizando alguna actividad. Las mujeres, con sus faldas largas y casi cubiertas por completo de su rostro, se encargan de construir chozas con ramas del desierto. Estas representan las viviendas tradicionales de sus antepasados.
Las chozas son adornadas con listones de color blanco, azul y rojo, los que simbólicamente representan la buena suerte, el mar y la sangre, respectivamente. De igual manera, con estos mismos tonos las mujeres decoran su rostro con líneas, rombos, triángulos y puntos, desde la nariz hasta los pómulos.
Cada uno de estos trazos es una historia de vida que plasma la relación con la naturaleza y lo divino, mostrando una conexión con el mundo mágico.
Por otra parte, los hombres se sumergen en el mar en búsqueda de la tortuga caguama que, según sus creencias, dio origen a la Tierra. Para la tribu, este animal está rodeado de misticismo, y durante esta festividad ofrendan su vida a favor de los beneficios que han de llegar a la comunidad.
“Nos guiamos por trece estrellas que salen a lo largo del caminar hasta este día”.
Efe Gabriel Hoffer, miembro del consejo de ancianos
El nuevo comienzo trae consigo abundancia para la comunidad
Dentro de la Isla del Tiburón, cuando la luna se alza el canto de los ancianos anuncia la renovación del espíritu y la vida. Chapito, el abuelo mayor, eleva su canto al cielo y arroja arena al aire, momento en el que el pueblo hace sus peticiones.
Además, su canto está dirigido a la fertilidad, al equilibrio de la naturaleza, a la tortuga marina, la ballena y el borrego cimarrón.
El inicio de esta temporada posee un gran significado: comienza la temporada de lluvias y con ellas el nacimiento de los frutos silvestres. Además, el mar se llena de peces y en las montañas se observa a los venados, señales de que la abundancia está por llegar a la comunidad.
Junto con las danzas y los cantos de los abuelos cantando, se alza la bandera de la Nación Comcáac. Este momento es verdaderamente emotivo, pues ver su bandera en alto significa que estuvieron vivos un año más. Después del casi exterminio de 1920, hoy en día son más de 2,400 habitantes los que persisten.
