La historia de Doña Esther y La Antigüita, un restaurante que busca mejorar la vida de los migrantes que llegan a Tijuana. Únete a la causa que la activista plantea para apoyar a más personas.
El restaurante La Antigüita, liderado por la activista Esther Morales Guzmán, mejor conocida en Tijuana como Doña Esther, se enfrenta a un gran desafío. Después de 12 años de operaciones en la intersección de la calle Cuarta y avenida Negrete en la Zona Centro, el edificio del restaurante fue vendido, obligando a Doña Esther a buscar otro hogar para su iniciativa.
“La Antigüita” no es solo un lugar de venta de tamales, sino un proyecto de amor y solidaridad que ha marcado la diferencia en la comunidad. Fundado por Doña Esther, una activista originaria de Oaxaca y migrante deportada de Estados Unidos, este espacio ha sido un faro de esperanza para migrantes y personas en situación de vulnerabilidad.
La venta del edificio que alberga La Antigüita fue vendido debido a la creciente ola de gentrificación en la zona Centro de Tijuana. Esta situación obliga al restaurante a cambiar de ubicación en menos de dos meses, plazo que termina el 31 de diciembre.
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La situación se agrava un poco debido al incremento exponencial de los precios de renta en la zona. “Me dijo el nuevo dueño que, si seguía rentando, ahora debería el doble y no puedo solo trabajar para pagar la pura renta”, afirmó doña Esther.
Ante esta realidad, la activista hace un llamado a las autoridades de todos los niveles para encontrar un lugar accesible que le permita continuar con su labor.
Comida calientita y empleo para migrantes
La Antigüita no solo es conocida por sus tamales de elote, sino también por el programa “Comida Calientita”. Este proyecto, liderado por Doña Esther y voluntarios de distintas nacionalidades, entrega alimentos en albergues para migrantes. La actividad ha alcanzado la entrega de 11 mil platos de comida en un año.
Además de la labor altruista, La Antigüita también sirve como fuente de empleo temporal para personas en contexto de movilidad. Más de 50 trabajadores temporales han pasado por el restaurante, apoyando a otros y obteniendo una remuneración económica.
Con el 31 de diciembre marcado como el último día de operaciones en la ubicación actual, Doña Esther sigue trabajando incansablemente mientras busca una solución a este desafío inesperado.
Un nuevo hogar para La Antigüita
La noticia del cierre temporal de La Antigüita ha conmovido a la comunidad. Doña Esther hace un llamado a la comunidad para que se una y demuestre su apoyo a una causa que ha tocado los corazones los corazones de muchas personas en Tijuana.
La historia y el impacto de “La Antigüita” han resonado a lo largo de los años, y ahora la esperanza está en que la comunidad se una para asegurar que esta iniciativa siga iluminando la vida de quienes más lo necesitan.
Thanksgiving para migrantes
Doña Esther fue deportada de Estados Unidos hace 20 años, fecha desde la que radica en Tijuana. Su restaurante ha crecido desde sus inicios, cuando era el albergue Madre Asunta. Entre sus logros a lo largo de este tiempo ha patentado una salsa llamada “De este lado también hay sueños” y espera convertir “Comida Calientita” en asociación civil.
En su estadía en Estados Unidos, la activista conoció de cerca la tradición de Acción de Gracias, y por ello, cada año organiza esta tradición en México para ofrecer un proyecto de amor y solidaridad a migrantes que esperan su proceso para cruzar a Estados Unidos.
La transición representa tanto un desafío como una oportunidad para que la comunidad se una en respaldo a una causa que ha sido un faro de esperanza para aquellos en situación de vulnerabilidad.
¿Te unirías en apoyo a la causa de Doña Esther?
Fuentes: TJ Noticias, Jornada BC, Conexión Migrante, Yolanda Caballero
