Luego del asesinato de Aranza Ramos, en Guaymas, la CNDH solicitó al gobierno que se tomen medidas para salvaguardar al colectivo
En diciembre de 2020, el esposo de Aranza Ramos, Brayan Omar Celaya, desapareció. Desde entonces Aranza se unió al colectivo Madres Buscadoras de Sonora, donde participaba activamente con las familias de personas desaparecidas. Lamentablemente, Aranza fue asesinada el pasado 15 de julio, en Guaymas. Esta situación hizo necesaria la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU-DH), quienes exigieron al gobierno que se proteja la integridad del grupo.
La CNDH emitió las medidas cautelares al comandante de la Guardia Nacional, a la gobernadora del estado, Claudia Pavlovich, al secretario de gobierno, al secretario de Seguridad Pública, al Fiscal General de Justicia y a la presidenta municipal de Guaymas. En ellas, se exige que se generen las condiciones que permitan al colectivo desempeñar su trabajo con seguridad y reduzcan al mínimo los riesgos a su integridad.
Las medidas cautelares se notificaron a las autoridades citadas anteriormente. Mientras tanto, la CNDH estará atenta a su respuesta. De ser aceptadas, se dará seguimiento a la implementación y cumplimiento de estas, vigilando que se respeten los derechos humanos.
ONU-DH pide al gobierno hacer su trabajo
Por otra parte, la ONU-DH condenó el asesinato de Aranza Ramos, señalando que el riesgo que viven las Madres Buscadoras de Sonora no debe ser asumido por ellas.
“El asesinato de la señora Aranza Ramos nos recuerda la dura situación que enfrentan las familias de personas desaparecidas en México. No solo padecen el dolor de la ausencia y la incertidumbre, sino que investigan y buscan a sus familiares desaparecidos, enfrentando riesgos que no deberían asumir”, expresó en un comunicado Guillermo Fernández-Maldonado, representante de la ONU-DH en México.
El organismo también exigió a las autoridades que se investigue con rigor el caso y que en este se tome en cuenta la perspectiva de género. De igual forma, la labor que hacía Ramos en el colectivo. Además, solicitó atención integral a la familia de la joven asesinada en Guaymas, especialmente a su pequeña hija.
“Deben ser las instituciones del Estado las que lleven a cabo la búsqueda inmediata con el máximo de los recursos disponibles para localizar a la persona con vida. Cuando un Estado no logra cumplir con este deber, se coloca a las familias de personas desaparecidas en una situación de riesgo”.
Guillermo Fernández-Maldonado, representante de la ONU-DH en México.
Líder de Madres Buscadoras recibió amenazas
Ceci Patricia Flores Armenta, líder de Madres Buscadoras de Sonora, nunca pensó que se convertiría en activista, pero la desaparición de sus tres hijos en solo cuatro años, de 2015 a 2019, la llevó a formar el colectivo. A la fecha, dos de ellos, Alejandro y Marco, siguen desaparecidos.
El incansable trabajo de Ceci junto con otras madres y familiares de víctimas se ve en la localización de más de 240 cuerpos en fosas clandestinas, así como en el regreso con vida de más de una decena de desaparecidos. Sin embargo, a la espera de saber algo de sus hijos, Flores Armenta recibió, tras la muerte de Aranza Ramos, una alerta de que su vida corría peligro.
Las presuntas amenazas llegaron a Ceci a través de su cuenta de Facebook, donde ella da seguimiento a los casos de desaparecidos. Ahí recibió el siguiente mensaje: “Señora, cuídese mucho porque sé que de ahí sigue usted”, en referencia al asesinato de Aranza Ramos.
La alerta se emitió por un perfil falso que llevaba el nombre de Alexis Robles. En la conversación que tuvo Ceci con el supuesto sicario, este le dijo que había conocido a sus dos hijos desaparecidos. Este hecho ya se denunció a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora y tiene seguimiento por parte de la CNDH.
