El museo de Arte Funerario Benigno Montoya se encuentra en Durango y mantiene en su interior grandes piezas escultóricas cantera tallada.
El Museo de Arte Funerario Benigno Montoya no es un museo como los que se conocen normalmente, es un cementerio.
El Panteón de Oriente tiene más de 150 años de antigüedad y posee en sus interiores una variedad de monumentos y esculturas de gran valor arquitectónico y artístico.
El museo está dedicado al maestro cantero don Benigno Montoya Muñoz, cuyas obras escultóricas pueden ser apreciadas al interior del cementerio.
El museo se encuentra en la zona centro de Durango, y muestra entre las tumbas capillas que tienen estilo neoclásico y neogótico, cruces ornamentadas, querubines, dolientes, palomas agonizantes y diferentes esculturas relacionadas con la religión católica.
El Museo de Arte Funerario Benigno Montoya mantiene este nombre desde 2002; sin embargo, el lugar se fundó en 1860. Esta sección corresponde a la parte antigua del lugar, misma que alberga la riqueza en sus esculturas que son consideradas únicas.
Se cree que mucho del estilo arquitectónico que se ve plasmado en Durango y también en el cementerio se debe a la llegada de profesionistas de todas partes del mundo en aquella época.
El museo ofrece recorridos dependiendo de las actividades culturales del estado, y en ocasiones también organizan recorridos nocturnos. Los horarios regulares del museo de arte funerario son de lunes a viernes de 8:00 a 16:00 horas y los sábados de 9:00 a 14:00 horas. Los domingos el acceso permanece cerrado.
Benigno Montoya, el escultor del Panteón de Oriente
Benigno Montoya nació en 1865 en la Hacienda de Trancoso, Zacatecas. Fue pintor, constructor de iglesias y en sus esculturas trabajó la cantera. Nació en Zacatecas, pero a los dos meses fue llevado a Durango, donde pasó gran parte de su vida.
En Mapimí talló el ángel de la cúpula de la iglesia. En mancuerna con su padre construyó las dos torres y el altar de Nuestra Señora del Rayo, en Parral, Chihuahua. Montoya fue contratado para construir la casa del Arzobispado de Durango, en este lugar diseñó y erigió el altar de la capilla.
El artista proyectó y construyó el templo de Nuestra Señora de los Ángeles y el actualmente templo de San Martín de Porres.
En el panteón y museo que ahora lleva su nombre talló una infinidad de imágenes para las tumbas y esculturas, siendo este el primer museo de arte funerario en México. Además, forma parte del patrimonio histórico de Durango.
Arte funerario
Esta corriente engloba todas las manifestaciones artísticas que existen en tumbas y sepulturas. En ocasiones, funciona para llamar la atención sobre la mortalidad del ser humano, enviando ciertos mensajes desde el arte, o haciendo referencia al tema de la muerte.
Desde otras miradas puede realizarse de manera que haga un homenaje a la vida del difunto, con algunos aspectos de su vida, de sus oficios o profesiones.
Uno de los emblemas más grandes del arte funerario puede remitir a las tumbas de Egipto, las mismas pirámides y toda la tradición de esta cultura alrededor de la muerte.
Aunque en la actualidad no se recurra a esculturas de nivel artístico alto, los artesanos que trabajan construyendo las losas, tumbas, libros y cruces que se elaboran principalmente de granito, contribuyen a un arte funerario que sobrevive. Sobre todo en una cultura como la mexicana, donde la relación con la muerte es común, debido al día de muertos y otras culturas antiguas.
Fuentes: Milenio, Cultura Gobierno, Turimexico, Arte Roca
