En una orden de registro la fiscalía encontró a cinco burras (burro-cebra) de Tijuana, en un pésimo estado.
Cinco burras, que habían sido pintadas para parecer cebras, fueron descubiertas en condiciones de desnutrición y sin acceso a agua adecuada en un domicilio de la colonia Altamira, en Tijuana, según informó la fiscalía general de Baja California el jueves.
La fiscalía llevó a cabo una orden de registro en la vivienda ubicada en la calle Cuarta y Rampa Javier Bátiz, en respuesta a acusaciones de maltrato y crueldad animal, según informaron las autoridades.
Según los vecinos, un hombre llevaba a los animales a trabajar a la avenida Revolución y luego los devolvía al lugar y los encerraba nuevamente.
En la avenida Revolución es común ver burras pintadas como cebras, conocidas como burro-cebras, que se utilizan como atractivo turístico.
En un comunicado, la fiscalía informó que sus agentes encontraron a las cinco burras en un estado de desnutrición, sin agua y con hongos en la piel.
Las imágenes publicadas por la fiscalía muestran a las burras pintadas como cebras.
Tres de ellas estaban en corrales, una estaba atada a una barda en construcción y la última estaba encerrada en una habitación oscura. Las cinco burras fueron rescatadas y llevadas a un veterinario para recibir atención médica.
Según las autoridades, no se encontró a ninguna persona en la vivienda durante el registro, y el lugar ha sido asegurado como parte de la investigación.
El burro-cebra es un ícono popular de Tijuana
La avenida Revolución de Tijuana es un lugar lleno de historia y encanto, donde se mezclan tradiciones, artesanías, bares, turistas y deliciosa comida típica. Pero uno de sus grandes íconos es el burro-cebra.
La primera imagen conocida del burro-cebra data de 1904, aunque algunas versiones sugieren que fue en 1939. Sin embargo, existen registros que demuestran su presencia desde 1889, en una época en la que Tijuana ya recibía visitantes de todas partes del mundo.
De acuerdo con el Observatorio Turístico de Baja California (OTBC), fue a partir de 1914 que el burro se volvió popular en las fotografías típicas de recuerdo de Tijuana.
La historia del famoso burro de Tijuana se ha transmitido de boca en boca, y una de las versiones cuenta que, cuando los extranjeros se tomaban la clásica foto tijuanense con el zarape, el burro y el sombrero de charro, el color gris del burro se perdía en las fotos en blanco y negro. Fue entonces cuando alguien decidió pintarlo a rayas para que resaltara como una cebra.
En aquellos años, México estaba en plena Revolución, y muchos extranjeros asociaban al país con el Salvaje Oeste, debido a su cercanía con el sur de Estados Unidos. Esto le daba un toque especial y atraía a los turistas que deseaban llevarse un recuerdo al estilo “mexicano” con un burro y un sombrero.
La mascota del centro de la ciudad también es conocida como “zonkeys” y lleva más de cien años ofreciendo a los visitantes de la frontera la oportunidad de tomarse fotos junto a estos burro-cebras en las calles de Tijuana.
Se informa con frecuencia que los “zonkeys” son sometidos a largas jornadas de trabajo en condiciones calurosas y sin recibir descanso adecuado. Además, algunos turistas pueden tratarlos de manera inapropiada, como tirarles de las orejas o darles alcohol.
Aunque muchos de los responsables y propietarios de los burros aseguran que las sillas que llevan no son pesadas, la pintura que utilizan no es tóxica, están bien alimentados y la cuerda con la que son sujetados no les aprieta, existen preocupaciones sobre el maltrato animal. Algunas personas argumentan que si se retirara a los burros de estas actividades, podrían terminar en un matadero.
Sin embargo, los hechos sucedidos recientemente con las cinco burras en malas condiciones, abren de nuevo el debate sobre los burros cebras de la Avenida Revolución y sí son tratados debidamente.
Fuentes: The San Diego Union Tribune, Milenio
