Conoce más de la historia de Jeffrey Dahmer, uno de los asesinos en serie más terroríficos de Estados Unidos al que Netflix le dedicó una serie este año
La realidad a veces puede ser tan perturbadora que la humanidad quisiera que fuera ficción, entonces parece inevitable que algunos se resistan a llevarla a la pantalla. Este es el caso de la historia de Jeffrey Dahmer por la que Netflix estrenó este año una miniserie dirigida por Ryan Murphy y protagonizada por Evan Peters. Aunque esta producción está inspirada en el asesino serial conocido como el “Monstruo de Milwaukee”, no todo sucedió así y hay más por conocer de Dahmer.
Algunas cosas que muestra la serie es que el personaje era retraído y de pocos amigos, pero en su vida escolar era el típico bromista. Con este dato, resulta distinto imaginar que Jeffrey Dahmer asesinó a 17 personas, entre adultos y jóvenes, hechos sucedidos durante 13 años consecutivos entre 1978 y 1991.
Si esto no parece lo suficientemente horrible, uno de los elementos más característicos de este criminal es que no sólo mató a sus víctimas, sino que tuvo relaciones con cadáveres y cometió canibalismo. Uno de los rasgos que lo popularizó en Estados Unidos era su atractivo físico, además parecía poco peligroso y tenía habilidades de conquista, razón por la que logró despistar a la policía en otras ocasiones antes de su captura en 1991.
Los primeros años de Jeffrey Dahmer
Nacido en Milwaukee, Wisconsin el 21 de mayo de 1960, vivió en una familia con la que solía viajar mucho debido al trabajo de su padre Lionel, quien era químico. Tuvo una infancia tranquila y se caracterizó por ser extrovertido y lleno de energía. Mientras pasaron los años se fue convirtiendo en un hombre más tímido y despertó interés por los animales muertos.
Jeffrey Dahmer tomaba a animales muertos de las calle, los abría y deshuesaba con placer. Así mismo, ya entrado en la adolescencia el asesino fantaseaba con mantener relaciones sexuales con hombres y luego quitarles la vida; este interés explica la relación entre sexo y violencia que fue característica en Dahmer a lo largo de su vida.
“A los 14, 15 años, empecé a pensar obsesivamente en la violencia mezclada con el sexo. Cada vez era peor”.
Confesó Jeffrey Dahmer.
Antes de cumplir los 18 años, sus padres se divorciaron y comenzó a desarrollar emociones de abandono. Convencido por su padre Jeffrey Dahmer entró a la Universidad Estatal de Ohio en 1978. Sin embargo, abandonó los estudios debido a problemas de alcoholismo que había adquirido para mitigar sus pensamientos perversos. Hecho similar pasó al entrar y salir del ejército en un par de años.
En 1978 Jeffrey Dahmer mató a su primera víctima, Steven Hicks, un jóven que recogió en la carretera mientras pedía raite y que después de aceptar un trago, fue golpeado con una pesa y estrangulado luego de que Hicks decidió irse. Según declaró a la policía, lo desmembró, puso restos en bolsas para tirarlas en un barranco y después evadió a la ley por primera vez, pues aunque fue detenido por conducir de forma indebida con el cadáver en el carro, lo dejaron ir.
Los asesinatos del caníbal de Milwaukee
Pasaron casi diez años hasta su siguiente crimen. Durante ese tiempo, dejó de beber y parecía haberse estabilizado, tuvo un trabajo y asistía a la iglesia con su abuela. En 1987, comenzó a frecuentar bares de ambiente gay y conoció a su segunda víctima, Steven Toumi, a la que dijo no recordar cómo asesinó pero si el haber tenido sexo con el cádaver en la casa de su abuela.
Las primeras dos víctimas de Jeffrey Dahmer dieron inicio a una obsesión y en los meses siguientes asesinó a 12 hombres más. Aunque a lo largo del tiempo experimentó distintas técnicas para conservar a los cuerpos y separar sus partes, incluso intentó crear zombies, con todos procedía de manera similar.
A los chicos que abordaba en bares les invitaba a tomar un trago, mezclaba drogas en la bebida, los llevaba a su casa donde los asesinaba y descuartizaba. En algunos casos, invitaba a sus víctimas a ver películas o pornografía y realizarse fotos. A los cadáveres también les tomaba fotos, así como a los procesos de descuartización.
Jeffrey Dahmer usaba ácido para deshacer la carne y los huesos, pero conservaba algunas partes de los cuerpos como trofeos. En sus confesiones decía que su intención era que sus víctimas se quedaran con él, por eso cuando los mataba también solía comerse algunas partes. Los zombies los quería hacer haciendo perforaciones en el cráneo de sus víctimas, su intención era tener un amante silencioso que no lo abandonara y apenas tuviera control sobre su cuerpo.
El fin de un monstruo
El 22 de julio de 1991, Tracy Edwards, su última víctima, consiguió escapar esposado. Unos policías lo encontraron y fueron al departamento de Dahmer. Al revisar su departamento, encontraron fotografías de cadáveres, restos humanos y una cabeza en el congelador.
Dahmer fue condenado a 15 cadenas perpetuas consecutivas tras ser declarado culpable de 15 asesinatos, una pena equivalente a 941 años. Estuvo recluido en el centro penitenciario de Columbia, en Wisconsin, y cumplió tres años y cuatro meses de condena antes de ser asesinado en el Columbia Correctional Institution, ubicado en Indiana. Solo estuvo 2 años en prisión, fue asesinado por otro preso; este hombre le golpeó varias veces con una barra de pesas hasta matarlo.
La serie de Netflix volvió a despertar el interés por el “monstruo de Milwaukee”, incluso algunos de sus objetos personales han salido a subasta. Entre ellos se encuentran sus famosos lentes, los cuales se informó tendrían un precio de 150 mil dólares. La tienda que pondrá a subasta este artículo es el local canadiense Cult Collectibles, situada en Vancouver.
¿Ya viste la serie sobre este personaje de terror?
Fuente: Lifeder, Revista de la Cátedra II de Psicopatología, Esquire, Marca
