Las olas de calor provocadas por el cambio climático han provocado pérdidas millonarias en la economía mundial. En Sonora, las ventas se han reducido hasta en un 40% debido a las altas temperaturas.
Las olas de calor no solo tienen un impacto en el medio ambiente. En ciudades como Hermosillo, donde se han alcanzado temperaturas de más de 50 grados centígrados, las ventas sufrieron una disminución de hasta el 40% a las usuales de la temporada, sobre todo en comercios que no cuentan con ambientes climatizados.
El aumento de temperaturas en los últimos años es uno de los efectos más evidentes del calentamiento global, que afecta el bienestar humano. Estas amenazas son especialmente graves en ciudades desérticas, pues la abundancia de concreto y pavimento crean una sensación térmica de hasta 10°C por encima de la temperatura real.
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La economía es uno de los factores que más afectados se ve durante estas rachas de calor extremo. Las familias tienden a aumentar sus gastos por uso de electricidad, se afecta la producción en empresas y comercios, y a consecuencia de esto disminuyen las ventas de productos o servicios.
Olas de calor acumulan pérdidas económicas en el mundo entero
Pese a que los efectos de las olas de calor son bien conocidos, su impacto en la economía se había subestimado hasta hace muy poco. Un estudio publicado en Science Advances, titulado “Globally unequal effect of extreme heat on economic growth”, ha cuantificado por primera vez el impacto que tiene el calor extremo en el crecimiento económico a nivel mundial y ya se tienen cifras concretas.
De 1992 a 2013, las pérdidas económicas acumuladas debido al calor extremo fueron de entre 5 mil y 293 mil millones de dólares en el mundo entero, pérdidas que se pueden traducir en la actualidad como un 6.7 del PIB per cápita para las regiones con ingresos bajos y del 1.5% para las de ingresos altos.
“Sin conocer el alcance de las pérdidas económicas de las olas de calor, es difícil concebir estrategias de preparación y gestión de riesgos que sean proporcionales a sus costos”, declararon los autores del estudio. Con esto se espera que a partir de ahora se trabaje en un plan para que la economía, local o nacional, se recupere luego de episodios como el que acaba de suceder en la mayor parte de México.
¿Continuarán las olas de calor?
Las autoridades mexicanas encargadas de analizar el medio ambiente prevén que en 2023 el país experimente al menos cuatro olas de calor, por lo que aún resta una, y podría seguir causando estragos en la economía, sobre todo en comercios que no estén preparados. Además, podrían suponer una serie de procesos que afecten el óptimo funcionamiento de los cultivos que han enfrentado severos efectos en su producción esta temporada.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Grupo Financiero Base, dijo que: “la ola de calor puede presionar al alza de precios de las frutas y verduras dentro de la inflación no subyacente”, por lo que la economía podría ser un factor de riesgo cada vez que se presente un fenómeno como este.
La doctora Elda Luyando, investgadora del Instituto de Ciencias de la Atmosfera y Cambio Climático de la UNAM advierte que las olas de calor podrían volverse más frecuentes y extremas debido a la sequía que prevalece en el país, sumado a las islas de calor que se crean en ciudades grandes, debido a que se sustituye la mayor parte del suelo de vegtación por suelo de concreto y asfalto, que generan ambientes más cálidos en comparación con áreas naturales, cosa que sucede en Hermosillo.
¿Sabías que el calor tienen relación directa con la economía?
Fuentes: Ciencia Unam, La Silla Rota, National Geographic, Expreso
