El alcalde de Chihuahua sostuvo una reunión con el Consulado de México en Nueva York, con quien logró concretar la exportación de sotol y vino de Chihuahua para esa zona de los Estados Unidos.
Luego de una reunión con el cónsul general de México en Nueva York Jorge Islas, el presidente municipal de Chihuahua Marco Bonilla Mendoza, se logró un acuerdo para la promoción de productos emblemáticos de Chihuahua en Estados Unidos, como el sotol y el vino.
A decir del alcalde de Chihuahua, sostuvo una reunión con el Consulado de México en Nueva York, Jorge Islas, con quien logró concretar la exportación de sotol y vino de Chihuahua para esa zona de los Estados Unidos, además de la capacitación para los elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
“Hay buenas noticias de cooperación que vamos a tener entre el Consulado y el gobierno municipal de Chihuahua, vamos a tener la posibilidad de ser exportadores de sotol y vino, así como la capacitación de la policía de Chihuahua en Nueva York”, destacó el edil.
Capacitación de policías
Asimismo, indicó que los agentes policiales tendrán capacitación con los agentes del Departamento de Policía de Nueva York, como parte de los acuerdos que lograron concretar con las autoridades del país vecino.
“En los próximos meses esta visita será muy fructífera para la economía y seguridad de los chihuahuenses”, así lo aseguró el alcalde de Chihuahua a través de una publicación en sus redes sociales, como parte de su visita a la ciudad norteamericana.
Bonilla Mendoza señaló que siempre es bueno el intercambio de ideas y políticas públicas con las ciudades de primer mundo, por ello, en compañía de regidores, se reunieron con el cónsul de México en Nueva York.
Sotol y vino en Chihuahua
Aunado al Tequila y el Mezcal, en México existe otra bebida ancestral del norte del país desconocida por muchas personas, el “Sotol”, se trata de un destilado emblemático, principalmente del estado de Chihuahua, sin embargo, también puedes encontrarlo en regiones como Durango y Coahuila.
Para acercarse a su origen, es necesario perderse por el desierto del norte del país, pues la bebida se extrae de una plata que solo se encuentra en estas tierras. Desde el 2002, la bebida cuenta con Denominación de origen, lo cual permitió que, dos años después, el licor recibiera una regulación que autorizaba su producción en territorio mexicano.
La historia de este licor se remonta a cientos de años atrás, pues se sabe que hace 800 años, el sotol era utilizado como remedio medicinal o como bebida en ceremonias religiosas por los indígenas del norte del país, como los pueblos rarámuri y anazasis.
Su zona de producción natural está ubicada en la provincia fisiográfica de la Meseta Central, la cual se encuentra en un promedio mil a 2 mil metros de altura sobre el nivel del mar, entre la Sierra Madre Oriental y la Sierra Madre Occidental, poseedora de características comunes fitogeográficas.
Esta bebida no se produce a partir del agave, sino a partir de una planta silvestre llamada Dasylirion wheeleri, y que el pueblo rarámuri conocía como sereque. Para que esta planta sea productiva, es necesario que supere los 12 años.
Por otro lado, la historia de la vitivinicultura chihuahuense se remonta entre los años cuarenta y cincuenta, cuando en Ciudad Delicias se estableció una empresa dedicada a la elaboración de brandy y vinos de mesa.
En esos mismos años, los inmigrantes italianos llegaron a Chihuahua y como parte de sus costumbres familiares era la elaboración de vino de forma artesanal para su consumo en casa.
Posteriormente, familias chihuahuenses iniciaron la producción de vinos artesanales para consumo personal y desde el 2009 comenzó la aparición de bodegas vinícolas y así su producción comercial.
Con información de El Heraldo de Chihuahua, Pinesque, La Parada Digital
