En El Recodo, a 40 minutos de Mazatlán, se encuentra el Museo Cruz Lizárraga, en la casa del pionero de la banda sinaloense
Don Cruz Lizárraga formó la Banda El Recodo en 1938, agrupación que lideró hasta su muerte en junio de 1995 a causa de cáncer. El legado del sinaloense ha permanecido desde entonces, convirtiéndose en una de las bandas más exitosas de México y logrando ser considerada como la pionera del género, con más de 180 discos publicados, 20 millones de ventas y un gran número de premios Grammy que llegaron después de su fallecimiento bajo el liderazgo de sus hijos Germán y Alfonso.
El músico autodidacta es considerado uno de los personajes más emblemáticos y queridos en Sinaloa, sobre todo en Mazatlán donde incluso se levantó un monumento en su honor entre la Avenida Cruz Lizarraga y Avenida de los Deportes. Sin embargo, este no es el único lugar en el que se recuerda al fundador de “la madre de todas las bandas”, pues a solo 40 minutos del puerto está el poblado de El Recodo, donde nació Cruz Lizarraga en 1918, y en el que todavía se encuentra su casa, que en la actualidad es su museo homónimo.
En el Museo Don Cruz Lizárraga se encuentran reconocimientos, trofeos, discos de oro, la primera foto de la banda tomada en el año de 1938 y el primer instrumento musical que tocó “Crucito”, apodo que tenía el clarinetista, que aunque solo terminó su primer año de secundaria, fue director de orquesta y maestro.
En temporadas vacacionales altas, la casa llega a recibir hasta 200 visitas por día. Los turistas son principalmente aficionados a la música sinaloense y a la Banda El Recodo. El pueblo con la fama de la agrupación es un homenaje vivo a Don Cruz Lizárraga, las calles llevan su nombre y en la plaza está también una estatua en su honor, en la que aparece el músico sosteniendo un clarinete y a su lado, una tuba y una tambora.
Así es el Museo Cruz Lizarraga en El Recodo
La casa en la que vivió Don Cruz Lizárraga en su infancia conserva toda la apariencia de una vivienda de pueblo; un techo inclinado con tejas viejas y un barandal que rodea un portal en el que se encuentran plantas. Lo único que la diferencia de otras viviendas es la placa en la puerta, la que indica que en la morada nació el fundador de la banda sinaloense.
Samuel Lizárraga es quien tiene las llaves de la propiedad y el encargado de abrir las puertas. También cuenta la historia de Cruz Lizárraga, cómo se dio su pasión por la música y todos los discos que realizó a lo largo de su trayectoria. El pariente que aún vive en el pueblo tuvo la iniciativa de tener la casa abierta al público hace más de 10 años, esto al ver la instancia de los visitantes en conocer más sobre la vida de “Crucito”.
Al entrar se encuentran fotografías viejas y actuales de la Banda el Recodo, también está el primer disco de oro que obtuvo el grupo por “El Sinaloense”. El Museo Cruz Lizárraga tiene una entrada gratuita, además es administrado por la misma familia, quien busca preservar y honrar el recuerdo del clarinetista.
La casa además de recordar los éxitos de Cruz Lizárraga y la Banda el Recodo, también es una muestra de la forma humilde como vivió el artista, pues la casa es pequeña y de un solo cuarto. Esta es la razón de que el museo sea sencillo y sin lujos, más parecido a visitar la casa de una madre orgullosa por los logros de su hijo. En la galería se encuentran otros objetos personales como almohadas, ropa de baile y el primer disco que grabaron en 1951.
Las fechas en las que más se reciben visitantes son en Semana Santa, verano y durante el Carnaval de Mazatlán. Samuel Lizárraga ha recibido a personas tanto de México como Estados Unidos, y en una ocasión a unos turistas de Israel, quienes observaron y conocieron la vida de Cruz Lizárraga, artista que empezó tocando con una cañuela y un carrizo, quizás sin saber que su música sonaría en otros países.
¿Te gustaría visitar el museo de Cruz Lizárraga en El Recodo?
