Han sido varios los esfuerzos para preservar al bagre yaqui.
La Universidad de Sonora (Unison) y la Secretaría de Agricultura del estado se han unido en un proyecto destinado a la recuperación y preservación del bagre yaqui, una especie autóctona de la región del alto río Yaqui, según informó Ramón Alberto Nenninger Check Cinco.
Durante una reunión entre el director del Instituto de Acuacultura del Estado de Sonora (IAES) y Alejandro Varela Romero, profesor investigador de la Universidad de Sonora, se destacó que los análisis científicos genómicos confirman la pureza genética de los ejemplares en cautiverio del bagre yaqui (Ictalurus pricei), lo cual permitirá implementar medidas para su reproducción y conservación.
Nenninger subrayó que este pez es un tesoro para Sonora y representa un símbolo del patrimonio étnico que se busca proteger a través de la colaboración entre la Unison y el IAES, impulsada por el gobernador Alfonso Durazo y la titular de Agricultura, Fátima Rodríguez.
El director también hizo hincapié en la importancia de los esfuerzos para establecer parámetros de reproducción mediante las técnicas biotecnológicas desarrolladas por el IAES, ya que la especie se encuentra actualmente en peligro de extinción y está protegida por la norma mexicana NOM-059-Semarnat-2010.
Desde 2019 se realizan esfuerzos a favor de la especie del bagre yaqui
En 2019 se estableció un grupo de reproducción en la subcuenca del río Bavispe, Sonora, utilizando 18 individuos recolectados en el arroyo Cajón Bonito, en la cuenca del río Yaqui. Se llevaron a cabo análisis filogenéticos de los genes mitocondriales Cyt-b y COXI, así como de los genes nucleares RAG1 y RAG2, para obtener información precisa sobre la composición genética de la población.
Además, se utilizó el código de barras de ADN basado en el gen mitocondrial COXI para determinar las características distintivas del bagre yaqui. Los análisis filogenéticos y el código de barras de ADN permitieron identificar la línea materna de los individuos.
Estos análisis revelaron la presencia de 13 bagres yaqui potencialmente puros, cuatro posibles híbridos entre el bagre yaqui y el bagre de canal, y un bagre de canal puro o retrocruzamiento, de los 18 ejemplares recolectados en el arroyo Cajón Bonito. Estos resultados serán fundamentales para diseñar un plan de manejo adecuado para el inventario reproductivo del bagre yaqui y evaluar la diversidad genética de las poblaciones restantes.
Gutiérrez Barragán señaló que las principales amenazas que han llevado al bagre yaqui a estar en peligro de extinción son el deterioro del hábitat, el uso excesivo del agua, especialmente debido a la sobreexplotación de los acuíferos, y la introducción de especies exóticas, como el bagre de canal, que compite y se hibrida con el bagre yaqui.
El objetivo principal de la reproducción del bagre yaqui es desarrollar la tecnología necesaria para su reproducción. Para lograrlo, se trabajará en colaboración con el Instituto de Acuacultura del Estado de Sonora.
Una vez que se haya tecnificado el proceso de reproducción, se capacitará a las comunidades yaquis para que puedan reproducir la especie y contribuir a la preservación y gestión de los recursos naturales, generando así una economía local y familiar.
Históricamente, se han encontrado registros de bagre yaqui en los ríos Yaqui, Sonora, Mayo, Fuerte y Casas Grandes, este último ubicado en Chihuahua. Esta especie solía habitar una amplia área que abarcaba el suroeste de Estados Unidos (Arizona) y el noroeste de México, incluyendo Sonora, Chihuahua, Sinaloa y parte de Durango. Aunque el bagre yaqui tiene potencial para la acuicultura, actualmente está en peligro de desaparecer como especie nativa.
Según Gutiérrez Barragán, solo se conocen unas pocas poblaciones remanentes de bagre yaqui: dos en el río Yaqui, una en el Arroyo Cajón Bonito cerca de Agua Prieta, otra en el río Tutuaca en Chihuahua y algunas localidades del río Fuerte, que abarca los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango. En la actualidad, solo se ha registrado la presencia de esta especie en dos de los cinco ríos donde históricamente se encontraba.
Durante la construcción de las principales presas en el estado de Sonora en la década de 1940, se introdujo el bagre de canal, que es considerado la especie más cultivada en Norteamérica. Esto se hizo como parte de los programas de desarrollo comunitario en las zonas rurales cercanas a las presas. La presencia de esta especie invadió el hábitat del bagre yaqui, ya que es una especie más agresiva y no existía una barrera que impidiera su movimiento.
El objetivo es reintroducir los bagres que se reproducen en los hábitats donde históricamente habitaba el bagre yaqui y donde no haya invasión de especies exóticas. Esto implicará llevar a cabo un proceso de reintroducción que permita restablecer las condiciones necesarias para la reproducción de una especie caracterizada por su pureza genética.
Alexsandre Gutiérrez Barragán llevó a cabo la investigación “Caracterización genética del stock reproductivo del bagre Yaqui en la Subcuenca del Río Bavispe, Sonora” como parte de su Maestría en Biociencias en la Universidad de Sonora. Actualmente, está realizando un Doctorado en Biociencias donde continuará trabajando con el bagre yaqui, investigando el fenómeno de hibridación a través de una secuenciación genómica más profunda para analizar el estado de la hibridación en esta especie.
Con este trabajo de investigación y las acciones de conservación y reproducción planeadas, se espera contribuir a la preservación del bagre yaqui, involucrando a las comunidades locales y generando conciencia sobre la importancia de proteger las especies nativas y los ecosistemas en peligro de extinción.
Fuentes: Universidad de Sonora, InfoCajeme
