La moda es un mundo de belleza, glamour, pasarela y eventos internacionales, y tiene muy poco que ver con cosas “serias” como la política.
La moda es una poderosa arma de comunicación política.
La moda ejerce y domina el poder de la imagen mejor que cualquier otra disciplina, ahora más que nunca, en la era de las redes sociales, las imágenes se han convertido en la moneda que amplifica o entierra el discurso político.
Los candidatos políticos son solo la punta del iceberg para todo un equipo de profesionales que conocen la moda, la cosmética, la psicología y otras herramientas para crear una imagen humana que quedará implantada en el imaginario colectivo.
Todo es el resultado de un análisis en profundidad de tu agenda, determinando cómo mejorar, qué parar y qué seguir haciendo.
Todos los políticos, o al menos la mayoría, disponen de un servicio de compras personales para complementar su vestuario de función en cada evento.
Nos acercamos a Marika Vera, creadora de moda mexicana, quien antes de iniciar su marca homónima de moda trabajó en una consultora de imagen.
Mi rol es ayudar a los clientes a adaptar su parte del trabajo a ciertas pautas y de alguna manera facilitar las actividades diarias que realizan en sus apretadas agendas.
Para ti, ¿cuál es la relación entre la moda y la política?
Desde tiempos prehistóricos, el hombre ha satisfecho sus necesidades comiendo primero y luego vistiéndose. La moda es una forma de vestir que de alguna manera encaja en un marco histórico y político. Los políticos tienen que vestirse de acuerdo a ciertos estilos, por lo que la moda y la política tienen que ir de la mano. Pero no se puede comparar la relación de Jackie Kennedy con la industria de la moda con la Esther Gordillo de Elba.
¿Qué símbolimos de indumentaria es recurrente en la política mexicana y qué mensaje quieren dar?
Conjunto perfecto con cintas de colores de fiesta. Jeans o pantalones cargo ajustados combinados con una camisa blanca y botas para las actividades informales más modernas. Para las mujeres, el traje se combina con una falda y un top hasta la rodilla.
El mensaje se pierde cuando escogen emblemas clásicos poco económicos como el cinturón Ferragamo, el trench coat Burberry, la bolsa de Louis Vuitton.
En mi opinión, la falta de discreción significa falta de educación. No creo que sea malo usar ropa de diseñador, pero debido a que no tienen una cultura de la moda, siempre eligen opciones que representan dinero o poder para las masas, lo cual es una estrategia realmente loca y estúpida.
En tu experiencia, ¿crees que los votantes esperamos ver algo muy específico en la vestimenta de los candidatos?
Creo que es una mirada simple, sin marca, cuando en realidad creo que la gente es políticamente apática y desconfiada. Realmente creo que a la gente ya no le importa, estamos cansados de las telenovelas; pero los buscadores de empleo deben tener cuidado de no llamar la atención con artículos que están completamente fuera de su presupuesto de “salario”, incluso si realmente no les importa presentarse si no levantan. Conoce tus pertenencias tal y como aparecen en tu armario.
¿Cuáles son las diferencias entre la forma de vestir entre los partidos?
Una es buscar rasgos o detalles sesgados que te hagan destacar en un debate. No creo que haya mucha diferencia.
El guardarropa de los políticos es la union mejor analizada de ideologías (estereotipos de partido), contexto (modas sociales y geográficas) e individualidad (rasgos físicos y psicológicos).
Al considerar cuidadosamente cómo se viste cada candidato, podremos comprender con mayor precisión el mensaje político actual y sus verdaderas intenciones.
