La gente del noroeste de México es experta haciendo carne asada, pero hay algunos errores que se cometen a la hora de hacerla que podrían no dejarte disfrutar bien tus taquitos. Sigue estos consejos prácticos y pasos claves para lograr una experiencia culinaria bien rica.
En la rica tradición culinaria del noroeste, la carne asada ocupa un lugar muy importante, convirtiéndose en una experiencia gastronómica única y socialmente compartida. Sin embargo, en medio de la anticipación a la preparación de este festín, se esconden algunos errores que pueden hacer que no disfrutes al 100% tus taquitos.
Con el propósito de elevar tu destreza preparando la carne asada, esta es una recopilación de los consejos más populares que harán que en tu próximo evento la gente quiera pedirse hasta una tercera ronda de tacos.
Descubre cómo evitar los tropiezos más habituales y garantizar que tu próxima carne asada sea una experiencia culinaria inolvidable para todos y que se quieran copiar todos tus secretos en el asador.
Deja reposar la carne antes de asarla
Un error clásico es no sacar la carne del refrigerador con suficiente antelación. Dejar que la carne alcance la temperatura ambiente, al menos 30 minutos antes de cocinarla, permite una cocción uniforme.
La carne fría se cocina de manera desigual, pudiendo quedar cruda por dentro. Toca la carne con la mano antes de asarla, si está a temperatura ambiente, está lista para aventarla al asador y que salgan unos taquitos bien buenos.
Calienta bien la parrilla para tu carne asada
Antes de lanzar la carne al fuego, asegúrate de que la parrilla esté lo suficientemente caliente. La tradición dicta que la carne se coloque sobre una parrilla bien caliente, pero ¿cómo saberlo? Observa si las gotas de agua que caen sobre ella se evaporan instantáneamente.
Al colocar la carne en el asador bien caliente se logra sellar la carne y retener sus jugos. Espera a que las llamas del carbón disminuyan antes dee empezar a asar la carne.
No condimentes de más
El arte de la carnita asada es la simplicidad, por ello, una pizca de sal es todo lo que se necesita para que el el corte resalte su sabor natural y su jugosidad.
Evitar el exceso de condimentos permite apreciar la esencia de la carne, permitiendo que los matices y la textura se destaquen en cada mordida del taquito que te andas echando.
Evita voltear demasiado la carne
Voltear la carne demasiado es un error que puede llevar a que se seque. Solo dale la vuelta una vez, cuando la parte inferior ya esté bien asada y sellada.
Sabrás que es el momento adecuado cuando la carne se despegue fácilmente de la parrilla y empiece a soltar jugo en la parte superior. La clave está en la paciencia, voltea la carnita asada solo una vez para evitar que quede seca.
Utiliza pinzas para voltear la carne
Para muchas personas es más sencillo usar un tenedor para voltear la canre, pero al pincharla pierde los jugos que lleva dentro, lo que hace que quede más seca y tenga una textura diferente. Por ello se recomienda tener un buen par de pinzas de cocina para que la carnita asada quede como debe quedar.
Deja que los jugos de la carne se redistribuyan
Después del paso de la carne por el asador, permite que repose durante unos minutos antes de cortarla. Este paso es crucial para que los jugos se redistribuyan uniformemente, garantizando una carne más jugosa y sabrosa.
Evita la contaminación cruzada
Evita la contaminación cruzada utilizando utensilios diferentes para manipular carne cruda y carne asada. Tira el agua utilizada para descongelar la carne y usa un recipiente limpio para ir colocando la carne picada. La higiene en la cocina es esencial para evitar enfermedades de origen alimentario.
Hacer una carnita asada es todo un arte y cada detalle a la hora de prepararla cuenta para lograr una experiencia gastronómica inolvidable. Sigue estos consejos y sorprende a tus invitados con una carnita asada de primera.
¿Qué consejo no puedes dejar pasar?
Fuentes: Carnes JC, Wilfork, Crónica, La Guía del Varón
