No, no se practicaba el canibalismo.
La cultura maya nos proporciona datos fascinantes sobre el México prehispánico. Sus principales asentamientos se encontraban en la Península de Yucatán, así como en Guatemala, Belice, El Salvador y Honduras. Los mayas practicaban un juego ritual conocido como el “juego de pelota”, en el cual el balón representaba al sol y los jugadores eran prisioneros de guerra. Algunos investigadores sostienen que los perdedores eran decapitados.
A diferencia de otras religiones, el suicidio era considerado un acto divino y de gran honor. Ixtab, la diosa del suicidio, era representada con una cuerda alrededor del cuello. El concepto de belleza maya puede resultar cuestionable desde nuestra perspectiva actual, pero para ellos era algo sagrado. Las mujeres limaban sus dientes para resaltar su atractivo, y a los niños se les sometía a la deformación del cráneo y de los ojos para dejar constancia de su pertenencia a la élite de su pueblo.
Pero, ¿qué conocemos sobre la alimentación de los mayas? ¿Cuáles eran los alimentos fundamentales en uno de los rituales más esenciales y fascinantes para los seres humanos, como lo es la comida? ¿Qué consumía una de las civilizaciones más admiradas en todo el mundo? Descubre más a continuación.
Al igual que otras culturas prehispánicas, los mayas se basaban principalmente en el maíz y el frijol como base de su alimentación. Se estima que alrededor del 70 % de su dieta diaria estaba compuesta por estos alimentos, que aún son muy comunes en la actualidad. México es reconocido por su alta producción y consumo de alimentos derivados del maíz, como el atole, las tortillas y los tamales. ¿Qué celebración tradicional en este país no incluye alguno de estos tres alimentos? Todos ellos ya formaban parte de la dieta de los antiguos mayas.
El cacao, por su delicioso sabor, era considerado un manjar reservado principalmente para las clases más altas. Además, otros productos como la miel y la sal tenían una gran importancia para condimentar sus alimentos.
Además, los mayas cultivaban en grandes cantidades chile habanero, tomate, chayote y camote. Su entorno estaba lleno de frutas como mango y papaya, por lo que no dudaban en recolectarlas y hacerlas parte esencial de su dieta, al igual que el aguacate y la jícama.
La cultura maya también exploró el arte de preparar deliciosas bebidas alcohólicas, como el balché, que se elaboraba con agua, miel y la corteza del árbol balché. Esta bebida se utilizaba principalmente en ceremonias. El almíbar obtenido de este árbol se fermentaba para crear la bebida propiamente dicha. Otra bebida común entre los mayas era el sakab, que se obtenía al mezclar maíz con miel como edulcorante.
Gracias a la diversidad de especies que habitaban en su zona geográfica, los mayas no sufrían escasez de alimentos. Tenían una variedad ilimitada de opciones. Prácticamente en cualquier lugar podían encontrar una amplia gama de animales para cazar. Principalmente se basaban en animales terrestres para su dieta. El venado cola blanca era una de las especies más apreciadas por ellos, seguido por el conejo, el mono, el manatí, la paloma, el armadillo y el faisán. También tenían predilección por los cerdos salvajes como el pecarí y el jabalí, así como por reptiles como la iguana, que era abundante en la selva.
Otros animales que desempeñaron un papel importante en su supervivencia fueron los roedores como el tepezcuintle y la tuza. Además, criaron aves como guajolotes, perros, patos y codornices para su alimentación.
La proximidad al mar permitió a los mayas desarrollar una actividad pesquera activa que también se reflejó en su dieta. Valoraban mucho lo que las aguas dulces y saladas les ofrecían, por lo que los ostiones se convirtieron en un alimento recurrente. Además de los ostiones, pescaban especies como truchas, lenguados, mojarras y mantas para vender tierra adentro. Incluso el pulpo era parte de su pesca. Para conservar el pescado, utilizaban métodos como la salación o el secado al sol sin sal. Especialmente, se ha encontrado evidencia de que la carne de tortuga y manatí era muy apreciada en esta cultura.
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